Miles de guatemaltecos se apoderaron ayer de las calles de la capital, unos para exigir la renuncia del presidente Alvaro Colom, señalado de ordenar el asesinato de un prestigioso abogado, y otras para mostrarle apoyo y solidaridad.

La Plaza de la Constitución, frente al Palacio Nacional de la Cultura, se colmó con más de 40.000 simpatizantes del mandatario, según los organizadores, traídos en su mayoría de las comunidades campesinas del interior del país por los líderes del oficialista partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

"Colom, estamos contigo", "Alvaro, presidente amigo, Guatemala está contigo" y "Con Colom hasta la muerte" se leía en las pancartas que adornaban los centenares de autobuses que desde sus comunidades trasladaron a los manifestantes hacia la capital.

Alvaro Colom, el primer socialdemócrata que ha llegado a gobernar este país centroamericano, pidió el viernes pasado a sus seguidores "calma y cordura", y aseguró que "la verdad será conocida".

El mandatario enfrenta una grave crisis política a raíz de la difusión de un video grabado por el abogado Rodrigo Rosenberg antes de ser asesinado a tiros el pasado domingo, en el cual acusó a Colom, su esposa, Sandra Torres, y su secretario privado, Gustavo Alejos, de su muerte.

En el video póstumo, Rosenberg acusa a Colom del crimen, de malversar fondos públicos y hacer la vista gorda a operaciones de lavado de dinero en el banco estatal Banrural.

El escándalo político, el más grave que enfrenta Colom desde que asumió el poder en enero de 2008, ha polarizado a la sociedad y dividido a los guatemaltecos entre los que piden su renuncia y que sea procesado por esos señalamientos, y los que le apoyan.

En la Plaza Italia, en el centro cívico de la capital, unos 15.000 guatemaltecos, según sus organizadores, se han concentrado para exigir la renuncia del mandatario.

La denominada "marcha de la paz", la cual fue convocada por el poderoso sector empresarial aglutinado en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), reunió en su mayoría a habitantes de las zonas urbanas, integrantes de las clases medias y altas de la sociedad.