Salpicados. Dilma y Lula quedaron en la mira de los brasileños. El actual Presidente también está salpicado tras la acusación de que consintió sobornar a un potencial testigo de una gigantesca pesquisa por corrupción.

Directivos del frigorífico JBS que colaboran con la Justicia confesaron que pagaron sobornos por 80 millones de dólares al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y a su sucesora Dilma Rousseff, según documentos divulgados ayer por la Corte Suprema.

El dinero de los sobornos, según JBS, alcanzó la suma de 50 millones de dólares en el caso de Lula y de 30 millones de dólares para Rousseff, y se depositaba en cuentas abiertas en el exterior. De todos modos, llegó a mencionarse que, en vez de 80 millones, esa suma podía alcanzar los 150 millones de dólares.

‘El dinero fue usado en gastos de campaña. Guido Mantega (ministro de Hacienda en los gobiernos de Lula y Rousseff) me dijo que 80 millones de dólares eran de la era Lula. Y otros 70 millones de dólares eran para Dilma. En 2014 se terminó la cuenta y no me pidieron más‘, dijo el empresario brasileño Wesley Batista, dueño del frigorífico JBS, según el vídeo al que accedió la agencia oficial de noticias Télam, liberado por el Supremo Tribunal Federal.

La información consta en el video de la delación premiada de Batista ante los fiscales anti-corrupción, que está causando un terremoto político que también alcanza al presidente Michel Temer (opositor a Lula y Rousseff). El jueves pasado, el Supremo Tribunal Federal aceptó que Temer sea investigado en el marco de la operación ‘Lava Jato’ (‘Lavadero de Autos’). La cuestión es que el presidente quedó en la mira porque se presume que avaló el pago de coimas al detenido Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil.

Al menos tres delatores que colaboraron en la investigación de Cunha, han entregado pruebas que muestran que recibió 5,1 millones de dólares por haber intermediado un contrato ilegal de la petrolera Petrobras. Según grabaciones, Temer avaló que se le pague a Cunha para permanezca callado y no entregue a nadie.

El caso ‘Lava Jato, que involucra a Temer y a Cunha, se desprende de una investigación de lavado de activos en un lavadero de autos que no parecía de gran escala. Sin embargo, el caso llevó a descubrir un millonario esquema de sobornos con eje en la petrolera estatal Petrobras. Las principales constructoras del país (entre ellas Odebrecht) pagaban coimas a directivos de Petrobras a cambio de contratos con la petrolera y otras empresas estatales.

Sobre Temer, uno de los dueños de la empresa, Joesley Batista (hermano de Wesley), afirmó que le paga sobornos desde 2010 y que, entre ese año y 2011, llegó a entregarle unos 29.500 dólares por diversos ‘favores‘ en el Ministerio de Agricultura.

En relación a Lula y Rousseff, las confesiones dicen que ambos le facilitaron a JBS la obtención de multimillonarios créditos con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), entidad estatal también investigada por la trama corrupta en Petrobras. Joesley Batista admitió que esos créditos irregulares obtenidos con el BNDES ayudaron a la expansión de la compañía, que en los últimos años se convirtió en uno de los gigantes cárnicos a nivel global. La multinacional cárnica JBS financió las campañas de 1.829 candidatos de 28 partidos políticos en Brasil por medio de millonarios sobornos, de acuerdo con el testimonio de un directivo de la compañía divulgado ayer en el marco de un acuerdo de colaboración judicial. Agencias

 

Acusado

El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, acusó a Temer por corrupción, obstrucción de la justicia y actuar junto con el senador Aecio Neves a favor de interrumpir el avance de la investigación ‘Lava Jato’. La acusación es parte de la investigación aceptada por el Supremo Tribunal Federal.