El Reino Unido contabilizó 413 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, la cifra más baja desde finales de marzo, con lo cual el número de fallecidos en los hospitales británicos quedó en 20.732 desde el inicio de la pandemia, informó el ministro de Medioambiente, George Eustice. En la rueda de prensa diaria celebrada virtualmente desde Downing Street -residencia y despacho oficial del primer ministro, Boris Johnson-, el ministro conservador señaló que se realizaron 669.850 test en todo el país.
Esas pruebas incluyen 29.058 practicadas este sábado, aclaró Eustice, y precisó que 152.840 personas han dado positivo, un incremento de 4.463 casos frente al día anterior, según la información que consignó EFE.
De todos modos, el Gobierno británico aún está lejos de la meta de 100.000 test diarios que se propuso el pasado jueves.
En cuando a la flexibilización de las medidas preventivas, Eustice advirtió de que aún es "demasiado temprano" para hablar de relajar la cuarentena impuesta a la ciudadanía e insistió en que antes es necesario detectar "progresos".
Esas medidas de confinamiento diseñadas para evitar la propagación del virus serán revisadas en dos semanas, porque "es importante que no nos arriesguemos a que se produzca una segunda oleada", agregó. Tras haber rebasado este sábado los 20.000 decesos, el Reino Unido se convirtió en el quinto país del mundo que supera esa cifra de fallecimientos por la enfermedad. Ese número no contempla las muertes por Covid-19 ocurridas fuera de los centros médicos nacionales, como en residencias de ancianos, lo que implica que la cifra real de fallecimientos por la enfermedad es superior a la divulgada.
El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, que está al frente del Gobierno hasta que regrese este lunes el primer ministro, Boris Johnson, tras superar la enfermedad, también advirtió de que las actuales medidas permanecerán en vigor "durante algún tiempo" pues probablemente no habrá una vacuna lista hasta "bien entrado el próximo año".