Siria.- Los civiles que aún habitan Raqqa, la mitad del cerca de millón de habitantes de preguerra, quedaron atrapados. La respuesta francesa a los atentados fue intensificar los bombardeos sobre la capital siria del autoproclamado califato del Estado Islámico y esa medida se intensifica.

Como consecuencia de la acción de Isis y, a su vez, del ataque de Francia, los habitantes de Raqqa llevan 24 horas sin acceso a agua o electricidad. A los bombardeos se suma la falta de información. Sobre las 23 horas del miércoles, ISIS cortó Internet porque no quiere que haya comunicación con el exterior.

Mientras que, las comunicaciones por teléfono son inestables y hay una completa desinformación. "Nadie sabe quién bombardea dónde. Si son los rusos, los franceses, los americanos o los sirios", relató un hombre oriundo de esa ciudad que hoy vive Alemania pero cuya mujer e hijos permanecen en Siria.

Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, informó el miércoles que al menos 33 yihadistas murieron bajo los bombardeos en los últimos tres días. Y añadió que docenas de familiares de yihadistas extranjeros intentaban huir.

En esta situación, a quienes viven en Raqqa no les queda más que encerrarse en sus casas. Los más pudientes recurren a generadores o baterías eléctricas, mientras que el resto está aislado. Ya que los yihadistas han endurecido los controles en las principales salidas de la ciudad.

Fuente: Diario El País, de España.