Perros, gatos, pájaros, flamencos y hasta delfines. Los animales que viven en la zona del Caribe están, como los humanos, afectados por el paso del huracán Irma, de categoría 4, que generó vientos de más de 250 kilómetros por hora y ya dejó al menos 23 víctimas fatales.
En distintos países, hicieron operativos para protegerlos. En Cuba tuvieron que evacuar el helicóptero a seis delfines del acuario de Cayo Guillermo.
Los trasladaron a provincia de Cienfuegos. Viajaron con sus entrenadores y un veterinario. Ahí, los pusieron en una piscina con iguales condiciones al lugar donde viven. Pero advirtieron que si la situación meteorológica se agravaba, iban a tener que mudarlos a la pileta de un hotel vecino. Irma llegó ayer a Cuba y generó importantes destrozos.
Las autoridades de distintas partes de las áreas afectadas recomendaron a sus habitantes que mantengan a los animales con ellos y que si se evacuan, los lleven.
Advierten que por ningún motivo hay que dejarlos al aire libre, ni siquiera en un patio pequeño, porque los fuertes vientos y lluvias podrían llegar a matarlos. Los especialistas afirman que lo mejor es buscarles un lugar lejos del ruido, donde puedan tener sus juguetes para reducir su ansiedad.
En Miami, donde ya comenzaron a llegar las primeras lluvias relacionadas al fenómeno, tuvieron que mudar a los flamencos del zoológico a un lugar bajo techo.
En la misma ciudad, varios refugios reciben a los ciudadanos con sus mascotas. No solamente aceptan perros y gatos, también pájaros, hámsters y conejos, por ejemplo.
Otro lugar que fue preparado para proteger mascotas durante el huracán es la casa museo del escritor Ernest Hemingway en Key West, Florida. Se espera que el huracán toque tierra mañana en ese estado. En la propiedad viven 54 gatos. Los nueve empleados que trabajan allí juntaron agua y alimentos para resistir la llegada de Irma y cuidar a las mascotas.