La Justicia chilena declaró ayer que el proyecto Pascua-Lama, de la firma canadiense Barrick, no ha dañado los glaciares ubicados en la zona de desarrollo del yacimiento.

La iniciativa, enclavada en la Cordillera de los Andes entre Argentina y Chile, está paralizada por orden de la justicia chilena hasta que no culmine obras de manejo de aguas, según lo publicado ayer por la agencia de noticias Reuters.

Según difundieron ayer medios digitales, la Corte Suprema chilena confirmó que no hubo daño a glaciares del lado chileno del proyecto minero que genera expectativa entre sanjuaninos. “No se acreditó daños a glaciares. Su evolución se ha comportado de manera similar a los cuerpos de hielo elegidos como referencia para monitorear el proyecto”, según el comunicado de la Justicia. La demanda había sido interpuesta por habitantes de la zona cercana al proyecto y por el grupo ambientalista OLCA, que alegaban impacto en los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza, en el lado chileno.

Con esta declaración del máximo tribunal sobre la situación de los glaciares este aspecto quedó cerrado. Sin embargo hay otra cuestión por definirse y tiene relación con las obras asociadas al sistema de manejo de aguas (drenaje y canales). En enero pasado, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) de Chile decidió reiniciar un proceso sancionatorio contra el proyecto, el que podría llevar incluso a la revocación de su permiso, informó Reuters. En un comunicado, Barrick remarcó en febrero que están trabajando en resolver los inconvenientes en Chile, pero aclaró que “estamos trabajando para minimizar los costos de mantener el activo. En el 2015, Barrick anticipa gastos de U$S170 a 190 millones para el proyecto, y entre U$S140 y 150 millones en costos de mantenimiento, incluyendo costos de manejo del agua y U$S30 a 40 millones para otros costos del proyecto”.