Caracas, 19 de diciembre.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, reafirmó hoy en Caracas que los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) no reconocen el acuerdo adoptado en la cumbre sobre el cambio climático celebrado en Copenhague porque fue elaborado a última hora por un grupo de países.
"Los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) no reconocemos" el llamado Acuerdo de Copenhague, porque dicho documento salió ‘de la nada‘ y fue redactado en una reunión "poco transparente", en la que solo participaron algunos países, dijo Chávez durante un acto oficial en la capital venezolana.
El mandatario venezolano contrastó la "poca transparencia" de la cumbre sobre cambio climático con la "total transparencia y apertura" que caracterizó a la XIV cumbre de la ALBA celebrada el pasado fin de semana en La Habana, la cual, añadió, fue "todo un éxito".
Chávez, que junto a su colega de Bolivia, Evo Morales, representó a la ALBA en la cumbre de Copenhague, ya había afirmado ayer en la capital danesa que Venezuela no firmaría el documento final de la reunión porque se había acordado ‘por la noche‘ y ‘a espaldas‘ de la mayoría de países.
El gobernante señaló en rueda de prensa este viernes que esa misma postura también lo asumían los países de la ALBA, que integran además de Venezuela, Cuba, Bolivia, Dominica, Honduras, Nicaragua, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda.
La cumbre sobre el cambio climático de Copenhague se cerró hoy con un acuerdo de mínimos, que tuvo la oposición abierta y dura crítica de varios países como Venezuela, Nicaragua, Cuba o Bolivia.
El texto fue cerrado en la última jornada de la cumbre por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en una reunión con varios jefes de Estado y finalmente con China, India y Sudáfrica, bajo mediación de Brasil.
Aunque todos los grupos regionales estaban representados en la reunión, algunos países se sintieron excluidos porque el acuerdo fue anunciado incluso antes de que pudieran ver el documento.
El acuerdo, de carácter no vinculante, no fija objetivos de reducción de gases, pero establece un fondo total de 10.000 millones de dólares entre 2010 y 2012 para los países más vulnerables a hacer frente a los efectos del cambio climático, y 100.000 millones anuales a partir de 2020 para mitigación y adaptación.
