Legisladores del Senado y de la Cámara de Representantes se pusieron de acuerdo ayer por la madrugada para acometer la más ambiciosa reforma financiera en Estados Unidos desde la Gran Depresión hace 80 años, luego de una sesión maratónica de 20 horas.
El proyecto de ley contempla someter a las instituciones financieras a controles más severos, potenciar el poder de los supervisores y brindar mayor protección al consumidor.
Antes de que el presidente Barack Obama firme la ley, ésta debe ser ratificada, primero, por ambas cámaras. Se espera que la iniciativa legal sea sometida a votación la semana que viene. El aspecto más relevante de la reforma es la creación de un organismo que proteja al consumidor bajo el mismo techo que la Reserva Federal. Se trata de un consejo de regulación presidido por el secretario del Tesoro.
