Una mujer con zapatos de taco corriendo por los pasillos. Personas agolpándose para bajar en los ascensores. Una alarma accionada sin autorización. Instantáneas del mismo momento, todas acciones incorrectas según los procedimientos de evacuación de un edificio durante una emergencia. Las réplicas del terremoto que se produjeron ayer en Chile- la más fuerte alcanzó los 7,2 grados en la escala de Richter- se percibieron en San Juan con una intensidad de grado III en la escala de Mercalli, lo que fue suficiente para que en el Centro Cívico, empleados y visitantes se autoevacuaran, algunos con más orden que otros.

Daniel Cárcamo, jefe de Centro de Control de Operaciones encargado del mantenimiento y seguridad del Centro Cívico, admitió que "no es recomendable la evacuación mientras está temblando", pero no se puede "limitar la autoevacuación de quienes sienten pánico", dijo. El funcionario consideró que salvo casos aislados de "personas que sufren ataques de pánico y que están identificados, el resto salieron tranquilos, con naturalidad, conscientes de sus actos".

Pero frente a todas las fallas que se evidenciaron, encima comenzó a sonar la alarma del Centro Cívico, causando aún más pánico en la gente que había empezado a abandonar el edificio.

Pero, ¿cualquier persona puede activar la alarma en el Centro Cívico?. Los mecanismos para accionar la alarma "están en los ingresos de las vías de evacuación, en una cajita con tapa de acrílico con la leyenda, acciónese sólo en caso de emergencia", explicó Cárcamo, quien calificó de "irresponsable" a la persona que se decidió a apretar el botón. Se sabe que la alarma se activó "en el tercer piso, en el núcleo 4, entre las últimas dependencias del Ministerio de Salud Pública y la Subsecretaría de Cultura, en la escalera de emergencia que sale a calle Las Heras". El funcionario dijo que no se podrá identificar quién fue la persona que accionó la alarma, porque el "botón está ubicado en un cono de sombras de la cámara de seguridad".

Para Cárcamo la situación no ameritaba una evacuación, puesto que "no había indicios físicos" de riesgo para el edificio, como "desprendimiento de alguna luminaria, que se trabaran los ascensores o que el edificio mostrara algún síntoma de colapso". Estas serían las señales de alerta que motivarían una evacuación del Centro Cívico, siempre "después que haya terminado de temblar", reiteró Cárcamo.

Ayer al mediodía había en el Centro Cívico unas 5 mil personas- 3 mil empleados y aproximadamente 2 mil visitantes- que actuaron sin seguir los protocolos en caso de emergencia. Salieron cuando nadie se los pidió, intentaron subir a los ascensores, corrieron por los pasillos e ignoraron indicaciones de los brigadistas, empleados entrenados para asistir a sus compañeros en caso de emergencia.