Lo que debía ser un trámite para certificar la victoria presidencial del opositor Joe Biden se convirtió ayer en la escena más temida a lo largo de los últimos años de Gobierno de Donald Trump: una capital sobrepasada por manifestantes nacionalistas que tomaron el Congreso mientras los legisladores eran evacuados en medio de un caos que terminó con un muerto.
Antes un grupo importante de legisladores republicanos había anunciado que, en un acto poco común, objetarían a la certificación de los votos emitidos en el Colegio Electoral.
La tensión hacia la tarde escaló a tal punto que el propio Trump presionó por Twitter a su vicepresidente y encargado de liderar la sesión conjunta de la certificación, Mike Pence. "¡Hazlo Mike, es tiempo de tener un coraje extremo!", tuiteó Trump y su vicepresidente le respondió con un breve comunicado negando tener "la autoridad unilateral".
Ante esa respuesta, Trump hizo una última arenga frente a los miles de simpatizantes que desde temprano se concentraban en el centro de la capital. En ese momento, comenzó el avance sobre los policías que protegen el Capitolio, la sede legislativa.
Primero fueron empujones, después forcejeos más fuertes y de repente la marea humana de manifestantes había tomado por completo las escalinatas del frente del Capitolio y cientos de personas irrumpían por puertas y ventanas al interior.
Algunos disfrazados, otros con banderas y unos pocos con pancartas se pasearon libremente por pasillos, se sentaron con los pies en los escritorios de los legisladores más poderosos del país y hasta dejaron un papel con un mensaje amenazante a la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi: "No daremos un paso atrás".
La intendenta de la capital, la demócrata Muriel Elizabeth Bowser, decretó un toque de queda y luego se movilizó el FBI, la Guardia Nacional de Washington DC y del estado vecino de Virginia y todo tipo de fuerzas federales, algunas vestidas con equipo antidisturbios.
En un episodio poco claro, la Policía informó que una mujer recibió un disparo dentro del Capitolio en medio del caos y, aunque fue trasladada a un hospital, murió poco después.
En un mensaje en vivo, el presidente electo Joe Biden expresó: "Llamo al presidente Trump a hablar por televisión nacional ahora mismo para que cumpla con su juramento y defienda la Constitución y exija el fin de este asedio. Las escenas de caos en el Capitolio no representa quienes somos".
Minutos después, Trump publicó un mensaje grabado en su Twitter. "Sé de su dolor, nos robaron una elección, fue una victoria arrasadora y todos lo saben, especialmente el otro bando. Pero tienen que irse a sus casas, tenemos que tener paz", dijo el presidente saliente.
(Télam)