Las autoridades turcas recuperaron por completo el poder tras el fallido intento de golpe de Estado que mantuvo en vilo a Turquía durante toda la noche del viernes. La cifra de muertos tras el fallido golpe militar del viernes subió a 265 personas, dijo ayer un funcionario turco, luego que efectivos leales al Gobierno sofocaron el alzamiento de una facción de las fuerzas armadas que involucró el uso de tanques y helicópteros para tomar el poder. El número incluye a 161 personas que eran en su mayoría civiles y oficiales de la Policía, y 104 partidarios del golpe, dijo el funcionario. En tanto, los heridos son alrededor de 1.000.
Ayer por la noche aún había focos rebeldes aislados, pero el Gobierno dijo que la situación estaba bajo control. Según el primer ministro turco, el islamista Benali Yildirim, el Gobierno ha recuperado el control del país después del fallido intento de golpe militar.
‘La situación está bajo control‘, aseguró Yildirim.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, hizo ayer un llamamiento público a Estados Unidos para que este país entregue a Ankara al predicador Fethullah Gülen, de 75 años, dirigente de una cofradía a la que el Gobierno turco atribuye la responsabilidad del golpe militar abortado ayer por la madrugada.
Por su lado, el líder de la Alianza por los Valores Compartidos, el clérigo turco Fethullah Gülen, insinuó desde su exilio en Estados Unidos que el golpe de Estado fallido en Turquía pudo ser orquestado y simulado por el propio presidente Recep Tayyip Erdogan.
Antaño aliado de Erdogan, Gülen se exilió a Pensilvania después de que el presidente turco lo acusara en 2013 de promover una investigación por corrupción contra su Gobierno. Desde entonces, el Gobierno incluyó al influyente clérigo en la lista de terroristas más buscados y Turquía ha pedido su extradición para juzgarlo en un proceso en el que puede enfrentar una pena de cadena perpetua.
El intento golpista logró la unión de los cuatro partidos políticos con representación parlamentaria y dio la oportunidad al gobierno de realizar purgas en el sistema judicial, donde destituyó a más de 2.000 jueces acusados de tener vínculos con el predicador islamista Fethullah Gülen. El Parlamento inició la sesión de ayer con un minuto de silencio por las víctimas del fallido golpe aunque dejaron entrever sus críticas al autoritarismo del gobierno.
Al inicio de la sesión, Yildirim describió la jornada del viernes como ‘una fiesta de la democracia‘, resaltando que la población se había opuesto a los golpistas. Frente al Parlamento, una multitud se reunió a celebrar el fracaso del golpe. El general turco Akin Ozturk, sospechado de estar detrás del intento de golpe de Estado, fue arrestado. Efe, Télam y Reuters

