La ciudad de Bruselas decidió a partir del pasado lunes prohibir la prostitución para intentar frenar la alta tasa de contagios de coronavirus que acusa la capital, donde uno de cada diez test resulta positivo, más del doble de la media nacional.
La decisión la ha tomado el alcalde de Bruselas, Philippe Close, en una ordenanza municipal “con efecto inmediato y duración indeterminada”, indicó la agencia Belga.
La Policía local ha comenzado a informar a las trabajadoras sexuales, tanto en las calles como en los locales donde trabajan, del veto, cuyo cumplimiento se encargará de vigilar.
Además, las autoridades han cerrado tres hoteles que albergaban a trabajadoras sexuales porque no se respetaban las normas de distancia social, dijo Wafaa Hammich, vocera de la ciudad, a The Associated Press el martes. Se reforzarán los controles policiales para asegurar que se cumplen las restricciones, agregó.
Tras una primera fase de información, podrían empezar a imponerse multas a quien se salte la decisión, destacó Belga.
La decisión se tomó luego de que Bruselas decidió imponer un toque de queda a los bares. Desde principio de semana, todos los bares y cafeterías deben cerrar entre las 23:00 y las 06:00 horas, y cualquier local donde se vendan bebidas o comida deben echar el cierre a las 22:00.
Bruselas registra la tasa de positivos más elevada de Bélgica, con un 10 % de los test practicados, lo cual es más del doble de la media nacional, que entre el 17 y 23 de septiembre llegó al 4,7 %.
Entre el 18 y 24 de septiembre, hubo unas 64 hospitalizaciones al día por COVID-19 en el país, lo que supone un aumento del 41 % frente a la semana precedente.
El mayor número de admisiones, una de cada tres, se dio en la región de Bruselas capital.