Brasilia y Río de Janeiro amanecieron hoy en medio de una serie de allanamientos de la Policía Federal que afectan a los más importantes personajes de la vida política. Es el caso del senador Aécio Neves, presidente del Partido Socialdemócrata de Brasil: sus oficinas en el Congreso son revisadas en este momento por los agentes de la Federal. Neves es uno de los mencionados en la grabación realizada por el dueño del gigante frigorífico JBS Joesley Batista. Este empresario cuenta, en su delación, que el jefe del PSDB le pidió explícitamente una coima de 660.000 dólares.

 

Batista también involucró directamente a Michel Temer, a través de la grabación que realizó en una reunión que tuvo con el jefe de Estado el 10 de marzo último, en el Palacio de Jaburú que es la residencia oficial. Según la reproducción de la conversación, mantenida entre ambos a solas, el presidente habría respaldado explícitamente el pago de “sobornos” al ex diputado Eduardo Cunha, también ex jefe de la Cámara Baja, para que mantenga “el pico cerrado”. Cunha fue el hombre que lanzó el proceso de impeachment contra la ex presidenta Dilma Rousseff y fue uno de las cabezas del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que está en el gobierno.

 

Sobre Aécio Neves, la Corte Suprema acaba de ordenar que este senador sea alejado inmediatamente del cargo. Los sabuesos de la federal están desde temprano en los domicilios del parlamentario en Río de Janeiro y en Brasilia.

 

Neves compitió con Rousseff en las presidenciales de octubre de 2014 y perdió por un estrecho margen. El juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Edson Fachin ordenó también la detención de la hermana de Neves, Andrea. La mujer, que se encontraría de viaje en Europa será presa en el momento en que retornara a Brasil.

 

Entre los detenidos está el fiscal de la Corte Electoral Angelo Goulart Villela. Los agentes están en este momento en su oficina para recoger pruebas que lo involucran también en el escándalo que estalló anoche. Finalmente, entre los mencionados por el dueño de JBS está el ex ministro Guido Mántega. Sobre él dijo que era su contacto para la distribución de sobornos en el Partido de los Trabajadores.