El primer ministro británico, Boris Johnson, finalmente decidió renunciar. Se anunció luego de una larga negociación, después de unas caóticas 24 horas que avergonzaron al reino, con 52 dimisiones de sus ministros y un premier que no quería dimitir. Pero pretende quedarse hasta la conferencia Tory de octubre y ya se escuchan voces parlamentarias que advierten que debe irse ya. El reino está en riesgo si permanece.
Johnson está escribiendo su discurso `personalmente” y hablará al país cuando el anuncio oficial de su renuncia es “inminente”.
Las negociaciones continúan porque, en sus duras transacciones con el Comité 1922, la máxima autoridad partidaria, estableció que él puede permanecer en el cargo “hasta la conferencia conservadora de octubre”. Una fecha imposible para los políticos conservadores ante la profunda crisis en la que está sumergido el país. Boris se ha quedado solo y sin ministros. No puede ejercer el gobierno cuando el país enfrenta una crisis de costo de vida, precios exorbitantes de combustible y escasez producidos por el Brexit y la guerra en Ucrania.
Gran Bretaña se encuentra en una profunda crisis constitucional, que finalmente va a caer en manos de la reina Isabel. Se esperan en el país decisiones fundamentales sobre el recorte de impuestos y el costo de vida, que Boris quiere imponer y a las que el partido se opone.
Los diputados conservadores no aceptan su permanencia. Quieren que un primer ministro “caretaker” se ocupe del poder ahora para finalizar con esta tragedia shakesperiana, que está destrozando la reputación del país y ridiculizando sus instituciones. Pero la decisión será un pedido de la reina, a quien Boris Johnson debe informar que renuncia y ella decidirá el caretaker.
Se habla de Dominique Raab, el viceprimer ministro y excanciller, como su temporario reemplazante, o Theresa May, la exprimera ministra, a quien Boris finalmente logró echar en medio de las negociaciones del Brexit.
A pesar de las 52 renuncias de sus ministros, juniors y funcionarios para que se fuera, hay ministros clave que permanecieron en su cargo por razones de seguridad. Uno de ellos es Ben Wallace, el ministro de Defensa, que retiró su apoyo pero continúa en su cargo por la guerra en Ucrania y “para mantener al país seguro”.
Los conservadores seniors ya cuestionan si el primer ministro puede permanecer hasta octubre.
Un exministro del gabinete que sirvió en el gobierno de Boris Johnson dijo “que nadie cree que el primer ministro pueda permanecer en el cargo hasta octubre”.
Es probable que haya un gran desacuerdo sobre este tema, particularmente dado el riesgo de que Johnson pueda tomar decisiones en áreas clave como impuestos e Irlanda del Norte, a las que podrían oponerse los posibles sucesores. Otra de las diferencias entre los conservadores y Boris es ideológica. Ellos creen que se convirtió “en un izquierdista” por los subsidios en la crisis del Covid.
Fuente: Clarín