El presidente Jair Bolsonaro modificó su perspectiva geopolítica sobre la Argentina e invitó a Alberto Fernández a visitar Brasil.
"Estoy a disposición si él quiere visitarnos, está invitado, será motivo de satisfacción", aseguró el mandatario brasileño a periodistas en Brasilia, en la puerta del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.
La invitación revela un intento de bajar la tensión entre ambos dirigentes que se había generado durante la campaña electoral. Al día siguiente del triunfo electoral del Frente de Todos, Bolsonaro negó las felicitaciones a Alberto y dijo que los argentinos "eligieron mal". "La Argentina ha puesto en el poder a quien la había colocado en un agujero", agregó al interceder en la política interna nacional. Bolsonaro apoyó abiertamente la fallida reelección de Mauricio Macri.
Pero ahora algo cambió. El primer indicio de alivio de tensiones las dio el hijo del brasileño, Eduardo Bolsonaro, el jefe parlamentario del comité de Asuntos Exteriores de Brasil. "No tenemos que estar apasionadamente enamorados para hacer negocios. Tenemos que actuar pragmáticamente", había advertido.