Los centros de votación en las elecciones de ayer en Bolivia cerraron tras una jornada en la que se sufragó sin problemas destacables, a pesar de que se temían disturbios por lo antagónico de las propuestas y la tensión acumulada desde los comicios anulados de 2019. Veedores de la Copppal y del Parlasur también destacaron que la jornada electoral transcurrió con calma, a pesar de que no había buenos pronósticos en ese sentido. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia anunció que no utilizará el sistema de resultados preliminares para el conteo de votos para no generar "incertidumbre" en la población y sólo se trabajará con datos oficiales. El resultado de los comicios, donde Luis Arce del Movimiento al Socialismo (MAS) es el candidato favorito, no se conocerá durante la noche de este domingo y se aguarda un largo y exhaustivo proceso. La decisión de dejar sin efecto el sistema de Difusión de Resultados Preliminares (Direpre) anunciada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que generaba discrepancias y suspicacias tanto entre las fuerzas políticas como entre los veedores internacionales que siguen la elección, parece haber tenido un efecto beneficioso, ya que nadie puede arrogarse la victoria sobre la base de datos parciales, sino que están obligados a esperar el escrutinio oficial.
La presidente de Bolivia, Jeanina Áñez, se dirigió a la nación luego de que cerraran las mesas electorales. Aseguró que la jornada se desarrolló en paz y de forma limpia. "Vamos a tener resultados creíbles, pero hay que tener paciencia". Las elecciones se realizaron bajo un despliegue de militares y policías, que también protegerán la cadena de custodia de los votos.