El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se reafirmó ayer en su “firme intención” de agotar la actual legislatura en 2013 y mantener la unidad con sus socios del Gobierno de la Liga Norte, pese a que su líder, Umberto Bossi, cuestionara públicamente su liderazgo el pasado domingo.
Berlusconi compareció en el Senado por primera vez tras las recientes derrotas en las urnas, primero en las elecciones municipales y luego en los referendos celebrados en el país, para dar cuenta de los cambios en el Gabinete tras la entrada de subsecretarios tránsfugas, como le exigió en mayo el presidente de la República, Giorgio Napolitano.
En una intensa jornada parlamentaria, el Ejecutivo superó en la Cámara Baja una nueva cuestión de confianza, esta vez sobre una enmienda a un decreto de desarrollo económico. El primer ministro Silvio Berlusconi subrayó que como ganador de las elecciones legislativas en 2008 tiene que seguir gobernando Italia.