Benin, considerado la cuna del vudú, ultimaba ayer los preparativos para recibir al Papa Benedicto XVI, que hoy debe empezar una visita de tres días a este país en su segundo viaje a África.
La visita del Papa tiene como objetivo la firma y publicación de la Exhortación Apostólica (documento final) del Sínodo de Obispos africanos celebrado en 2009 en el Vaticano.
Además, el viaje coincide con el 150 aniversario de la evangelización de Benin y el cuadragésimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el pequeño país de África Occidental y la Santa Sede.
Se espera que el acontecimiento atraiga muchos fieles de otros países africanos a Benin, una de las naciones más pobres del mundo, donde casi la mitad de la población vive con menos de 1,25 dólares al día.
Benin es considerada la cuna del vudú, la religión tradicional del país. En esta nación de 9 millones de habitantes, ‘entre el 25 y el 30 por ciento‘ son católicos, frente a una mayoría que siente devoción por los cultos tradicionales. Algunos líderes benineses del vudú, religión que considera que los objetos y los elementos del mundo natural tienen alma y son venerados o temidos como dioses, también parecen contentos con la visita del Santo Padre.
‘Tenemos los brazos abiertos para dar la bienvenida al Papa‘, aseguró Dah Adoko Gbêdiga, dignatario religioso del vudú en Benin. En la víspera de la llegada del Santo Padre, las calles de la capital económica beninesa, Cotonú, engalanadas para la ocasión, lucen ya banderas de Benin y del Vaticano.
La capital hizo un gran esfuerzo para limpiar las calles y, de hecho, unos carteles gigantes visibles en la ciudad instan a la población a mantener esa imagen. Por su parte, los grupos corales del país se preparan activamente para estar a la altura del evento, ensayando día y noche. Una canción ha sido compuesta para la ocasión y los coros la interpretarán durante la estadía del Papa.
Esta visita del Papa a África es considerada como la ‘segunda parte‘ de su primer viaje, que estuvo marcado por la polémica generada por sus declaraciones contra el uso del preservativo para luchar contra el Sida.
En marzo de 2009, Benedicto XVI puso por primera vez pie en África, donde visitó Camerún y Angola, en un viaje en el que entregó a las conferencias episcopales el ‘Instrumentum laboris‘ o documento de trabajo para la preparación del II Sínodo para África.
Desde su inicio, el viaje se vio envuelto por la polémica, después de que Benedicto XVI dijera que el Sida ‘no se combate sólo con dinero, ni con la distribución de preservativos, que, al contrario, aumentan el problema‘. El Sida, según el Papa, se vence con ‘una humanización de la sexualidad y nuevas formas de conducta‘.
Sus palabras, en un continente donde 27 millones de personas están contagiadas con el virus del Sida, fueron duramente contestadas desde varios países occidentales, que subrayaron que el preservativo es un elemento fundamental para prevenir la transmisión de la enfermedad.
Fuente: Efe