Buenos Aires, 28 de febrero.- Benedicto XVI llegó a Castel
Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, en cuyo
palacio pontificio se alojará a partir de hoy, día en el que dejará
de ser papa.
El helicóptero en el que viajó desde el Vaticano aterrizó en el
helipuerto de la Villa Pontificia a las 17.24 horas local (16.24
gmt), 17 minutos después de despegar del pequeño estado.
Allí fue recibido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente
del Governatorato del Vaticano (ente que gestiona el pequeño estado,
del que depende la Villa Pontificia de Castel Gandolfo), y el
arzobispo Giuseppe Sciacca, secretario del Governatorato.
Asimismo, estaban presentes el obispo de Albano, diócesis a la
que pertenece Castel Gandolfo, Marcello Semeraro; el director de la
Villa Pontificia, Severio Petrillo; la alcaldesa del pueblo, Milvoa
Monachesi, y el párroco, Pietro Diletti.
Desde el helipuerto se trasladó al palacio apostólico, desde cuyo
balcón central se asomará a la plaza del pueblo para dirigir unas
palabras a los vecinos y fieles reunidos allí para saludarle.
Será el último acto público del papa, que a las 20.00, hora local
(19.00 gmt), dejará de ser el líder espiritual de los más de 1.200
millones de católicos que hay en el mundo.

