De esa manera, el Comité Central del Partido Comunista chino (PCCh) confirmó ayer a Xi como uno de los más firmes candidatos para suceder al presidente Hu Jintao, cuyo mandato concluye en el 2013.

El ascenso de Xi a la todopoderosa Comisión Militar Central -que controla a los dos millones de soldados que forman el Ejército Popular de Liberación- supone el paso previo a su designación como presidente y reproduce el camino recorrido por Hu antes de relevar a Jiang Zemin.

Los 370 miembros del PCCH confirmaron a Xi como vicepresidente de la Comisión Militar durante la sesión final del encuentro, en el que también aprobó el próximo plan económico quinquenal, que promete reducir las grandes diferencias económicas provocadas por el rápido crecimiento de los últimos 20 años.

"La Quinta Sesión Plenaria del Comité Central del PCCH ha anunciado que este lunes (por ayer), tras la clausura de un encuentro, el CMC incluirá a Xi como vicepresidente", informó formalmente la agencia de noticias Xinhua. La renovación política, con la quinta generación de dirigentes comunistas (tras Mao Tse Tung, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao) ocupó un lugar prominente los cuatro días que duró el pleno del PCC que terminó ayer con el nombramiento de Xi Jinping.

En la reunión el PCCh planteó un cambio generacional en su cúpula y al frente de la jefatura de Estado en 2013, informó la agencia de noticias DPA.

Un comunicado publicado al término del pleno en un gran hotel de Pekín, y citado por la agencia oficial, dice que "el papel dirigente del Partido comunista chino es la garantía fundamental para que China consiga realizar sus objetivos de desarrollo económico y social durante los cinco próximos años".