Una autopsia virtual realizada a la momia de Tutankamón reveló cómo era el aspecto físico del faraón niño, que murió en 1352 antes de Cristo. Detrás de la majestuosa y bella máscara con la que fue enterrado, descubrieron que el rey egipcio tenía dientes de conejo, caderas anchas, una severa cojera y un pie zambo, defecto de nacimiento que provoca que las extremidades inferiores estén torcidas o invertidas hacia adentro. La evidencia de las limitaciones físicas del Rey también fueron respaldadas por 130 bastones usados que fueron encontrados en su tumba.
La investigación, realizada por el investigador Albert Zink, del Instituto de Momias y el Hombre de Hielo (Italia), se transmitirá en un documental de la BBC y está basado en más de 2.000 escaneos realizados por computadora a la momia junto con un análisis genético de la familia de Tutankamón, informó ayer la prensa digital porteña. Los científicos también obtuvieron análisis genético de la familia de Tutankamón, que los llevó a descifrar que sus padre y su madre eran hermanos. Ellos creen que la relación entre sus padres es una de las posibles causas de las discapacidades físicas. Zink explicó que las relaciones entre hermanos en aquella época no eran mal vistas.