Buenos Aires, 2 de noviembre.- Diez coches bomba estallaron hoy en una serie de atentados en cadena perpetrados en barrios de mayoría chiita en Bagdad y causaron por lo menos 57 muertos, informó el portavoz de seguridad iraquí.
"Diez autos con bombas explotaron. Había también cuatro bombas colocadas al borde de calles y bajo vehículos", precisó Qassim al Moussawi. El número de heridos contabilizado hasta el momento es de 320, informó la agencia de noticias Ansa.
Los muertos en la convulsionada capital iraquí en apenas dos días ascienden al menos a 114, con los 57 contabilizados en la masacre causada por la toma de rehenes en una iglesia católica bagdadí.
Por tal razón, las autoridades iraquíes dispusieron el toque de queda sin límite y por la noche piden a la población permanecer en sus viviendas.
Los primeros recuentos dieron cuenta de 75 heridos, pero con el paso de las horas el número trepó al menos a 320, a medida que se conocieron informes de varios hospitales.
Además de los diez coches bomba, explotaron artefactos artesanales al costado de algunas calles, así como frente a cafés y otros comercios.
Todas las acciones fueron coordinadas y lanzadas a la misma hora, por lo que poco después el gobierno resolvió imponer un toque de queda "hasta nueva orden".
Patrullas policiales circulaban por la noche por varios barrios, "invitando" a las personas a regresar a sus casas.
En tanto, medios locales informaron que tres disparos de mortero cayeron cerca de la mezquita chiita de Jawadiya, en el barrio de Geriyat, donde aparentemente no hubo víctimas.
La lista de los barrios atacados, donde la mayoría de la población profesa la rama chiita del Islam, es estremecedora, porque da cuenta de la magnitud de la acción.
Se trata de Abu Dasheer, Sadr City (donde fue atacado un puesto de policía), Ur, Bayya, Jihad, Bagdad al Jedida, Yermouk, Siula, Kadhimiya, Rashdiya y Ghazaliya.
En las mezquitas de los barrios atacados se hacían por altoparlantes llamados a la población para donar sangre para los heridos.
Los ataques fueron cometidos mientras se realizaban las ceremonias fúnebres de las víctimas del atentado el domingo contra una iglesia católica de Bagdad, Nuestra Señora de la Salvación, donde murieron 53 personas entre fieles, sacerdotes y policías, más los cuatro atacantes suicidas.
