Aunque Estados Unidos optó por no identificar al arma que usó para asesinar en Irak al general iraní Quasem Solemaini, los medios estadounidenses especializados aseguran que se trató de la joya de las aeronaves militares no tripuladas que posee el arsenal de la potencia norteamericana.

Se trata del MQ-9-Reaper, conocido también como Pedrator B o "asesino de los cielos", un aparato con una extensión de 20 metros entre los extremos de las alas, un largo de 11 metros, dos toneladas de peso y un costo de varios millones de dólares.

La pieza fue diseñada y construida por General Atomics Aeronautical Systems para utilizar en operaciones que apuntan a eliminar enemigos en ataques quirúrgicos, como fue el caso de Solemaini, general de los Guardianes de la Revolución y sorprendido por el ataque en cercanías de las aeropuerto de Bagdad.

La agencia EFE describió al avión no tripulado como un modelo multimisión, con techo de vuelo del 15.240 metros, autonomía de 1.850 kilómetros y pilotaje remoto que se emplea principalmente para la ejecución de objetivos en movimiento, además de como activo de inteligencia. 

Es capaz de alcanzar una velocidad de 370 kilómetros por hora.

Estados Unidos dispone en su arsenal de 93 aparatos de este tipo, que también están en poder de Italia, Turquía, Marruecos, el Reino Unido, Francia, España y Países Bajos, de la actual versión o anteriores.

La aeronave cuenta con un Sistema de Apuntado Multiespectral que le permite descubrir y designar objetivos mediante sensores láser e infrarrojos así como mediante el uso de diversas cámaras que, además, permiten ver su actividad en directo desde cualquier rincón del planeta.

Ese sistema le permite emplear sus bombas guiadas Unit-12 Paveway II y GBU-38, así como cuatro misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire.