Melipilla es una ciudad campestre ubicada a una hora desde Santiago hacia la costa. Es un lugar tranquilo que desde esta madrugada está en el centro de la atención policial, a un día de la llegada del papa Francisco a Chile . En ese templo, un grupo de encapuchados lanzó un artefacto incendiario que dañó la puerta principal y parte del hall de entrada. Luego, dejaron un grafiti en el suelo que dice: “La única iglesia que ilumina es la que arde, es la que está en llamas. Ha-Ha. No al Papa “.

 

El ataque es el sexto contra una parroquia católica en la capital chilena desde el viernes pasado. Entonces, las comunas de Peñalolén, Estación Central, Recoleta, Quinta Normal y Santiago, sufrieron la instalación de bombas caseras en alguna iglesia. Tres de ellas estallaron.

 

En Melipilla, la iglesia San Agustín es monumento histórico de Chile, es un templo patrimonial y está protegido por la Ley de Monumentos. Fue construido en 1893 y desde el terremoto del año 2010 no se utiliza para oficiar misas o realizar actividades con personas en el interior. En la parte trasera, sin embargo, funcionan oficinas administrativas de la iglesia.

 

 

Carabineros de Chile inició una investigación para encontrar a los atacantes. Los otros atentados están siendo investigados por la Fiscalía y se presume que detrás de ellos hay grupos anarquistas que llevan más de tres meses realizando acciones contra la visita del Papa. Hasta la fecha, no hay detenidos.

 

Junto con anunciar el reforzamiento de la seguridad para la visita de Francisco a Chile, el ministro del Interior, Mario Fernández, dijo ayer que el jefe del Estado Vaticano “no debería correr riesgo” durante su gira pastoral.