Doce personas, entre ellas seis empleados extranjeros de la ONU murieron y otras nueve resultaron heridas ayer cuando talibanes armados con fusiles y cinturones explosivos atacaron una casa de Naciones Unidas en el centro de Kabul, a 10 días del ballotage.
El movimiento integrista talibán reivindicó los atentados matinales, que incluyeron también ataques con cohetes contra el Palacio Presidencial y el hotel de lujo más importante de la capital y que forman parte de una escalada de acciones rebeldes de boicot a los comicios presidenciales del 7 de noviembre.
El portavoz talibán Zabiullah Muyahid dijo que cinco combatientes armados y vestidos con chalecos cargados de explosivos asaltaron la casa de huéspedes, en "la primera acción de la insurgencia islamista contra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales". Además, un cohete cayó en el "perímetro" del Palacio Presidencial, sin causar víctimas y otro entró en el hotel Serena, el único de cinco estrellas de Afganistán y el elegido de los extranjeros. El proyectil no estalló, pero llenó el lobby de humo y obligó a huéspedes y a empleados a refugiarse en el sótano, dijeron testigos.
El aumento de la violencia ocurre mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, evalúa si envía o no más soldados a luchar contra la insurgencia talibán en Afganistán, que se encuentra en su punto más alto desde el 2001.

