Estados Unidos.- Todavía no existe manera de comprobar si el perro es el mejor amigo del hombre. Sin embargo, está claro que en la década y media transcurrida juntos, la mascota presencia diversos momentos únicos de la vida del dueño: es testigo de los altibajos emocionales, casamientos, nacimientos de hijos, mudanzas, etc. Atestiguan el paso del tiempo del ser humano.

Así y todo, en muchas ocasiones los dueños no perciben con la misma atención el correr de los años de sus mascotas, tanto en su comportamiento como en su físico. Sólo dedican la atención suficiente cuando los problemas físicos del animal empiezan a aparecer.

Por eso, una fotógrafa especializada en animales llamada Amanda Jones decidió afrontar un proyecto en el que revisó exclusivamente el paso del tiempo de las mascotas y cómo se desarrolló el vínculo junto a sus dueños. El trabajo fue recopilado durante años y fue publicado recientemente en un libro titulado Dog Years.

Jones basó el proyecto en su experiencia personal con su perra salchicha Lily, la cual la acompañó a decenas de trabajos en estudios fotográficos y fue retratada a lo largo del tiempo.

"Empecé a juntar fotos de toda su línea del tiempo y quedé conmovida con las imágenes. Por eso, les empecé a pedir a otros fotógrafos conocidos que aporten fotos similares sobre sus mascotas y que me cuenten sus historias", declaró la autora.

El libro le llevó a Jones dos años de recopilación de imágenes e historias. Reunió nada menos que 30 casos de perros y dueños y cada historia fue condimentada por detalles y anécdotas que sólo los protagonistas podían contar.

"Gracias a mis 20 años de experiencia, pude presenciar muchos momentos de picos emocionales alrededor de los perros. En este proyecto, veo solidificado el enorme vínculo que existe entre las mascotas y sus dueños a lo largo de la vida", añadió Jones.

En muchos de los casos retratados, Jones no vio a los dueños ni a las mascotas por muchos años. Por eso, la autora no buscó enfocar el estudio exclusivamente en la imagen del deterioro físico de los perros sino en cómo se fueron construyendo el vínculo y el amor entre ambas partes. Las personas fueron tan importantes en la historia como los animales.

"Al igual que las personas, los perros construyen su propia ‘manera de ser’ a lo largo del tiempo. Aprenden cuáles son los comportamientos adecuados e inadecuados, sufren accidentes, siempre tienen lugar para sorprendernos con algo nuevo. Es todo un mundo lo que se vive a lo largo de los años", afirmó Jones.

Uno de los principales desafíos para la fotógrafa fue el de elegir las historias correctas. A lo largo de sus 20 años de carrera en la fotografía de mascotas, Jones recopiló cientos de historias, pero no todas cumplían con el propósito del proyecto: "Hay muchos perros que no terminan de evidenciar su edad. En lo personal, creo que lo único que se mantiene intacto está en los ojos. En todos los casos elegidos pude ver esa chispa. Los hocicos se veían más grises, algunos mostraban una papada, pero la mirada seguía igual de fresca. Eso me maravilló", dijo la autora.