La cantidad de muertos ascendió a al menos 429 mientras y 154 personas permanecen desaparecidas, de acuerdo al último balance de víctimas por el tsunami que azotó el último sábado el estrecho de Sonda, entre las islas indonesias de Sumatra y Java, y las incesantes lluvias dificultan hoy el trabajo de los equipos de rescate, según informaron las autoridades locales.
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, dijo en rueda de prensa que los fallecidos se elevaron a 429, y que hay 154 personas desaparecidas a causa del desastre que causó además unos 1.500 heridos.
El tsunami golpeó la costa oeste de la isla de Java y del extremo sur de la isla de Sumatra, donde las fuertes lluvias dificultan las tareas de los equipos de rescate, que buscan entre los escombros a lo largo de unos 100 kilómetros de litoral, según consignó EFE.
Las autoridades atribuyen el maremoto que llegó a las playas sin activar las alarmas al desplome de parte de la isla que forma el volcán Anak Krakatau, situado en el estrecho de Sonda, a causa de una fuerte erupción.
La Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) señaló que Indonesia no cuenta con sistemas de alerta de tsunamis provocados por un volcán y que las boyas colocadas para detectar una repentina subida de las olas no funcionan desde 2012 por culpa del vandalismo, la falta de mantenimiento y de fondos.
Indonesia se asienta sobre el "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida cada año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.
Entre los pasados julio y agosto, varios sismos causaron 564 muertos en la isla de Lombok, cercana a Bali, mientras que un terremoto seguido de un tsunami provocó más de 2.000 víctimas mortales en la isla de Célebes en septiembre. El tsunami del sábado sorprendió a muchos visitantes en las playas de este enclave promocionado como destino turístico por el gobierno local.