El exgerente general de Pluna SA, el argentino Matías Campiani, llegó con la idea de declarar, dar las explicaciones sobre los balances de Pluna y retirarse, pero quedó detenido. La jueza Adriana de los Santos, a pedido del fiscal Juan Gómez, decidió dejar detenido al empresario y a sus exsocios Sebastian Hirsch y Arturo Álvarez Demalde, ante las evidencias que surgieron en la jornada y que ya habían reunido en la investigación.

La investigación judicial detectó en los estados contables de Pluna transferencias irregulares. El exgerente Campiani alegó que esas transferencias no fueron su responsabilidad, sino que se debieron a movimientos realizados por Pluna Ente Autónomo, organismo estatal que tenía tres directores en Pluna SA (dos de ellos con poder de decisión).