Estados Unidos, 30 de agosto.- El presidente Obama se pronunció minutos después de que su secretario de Estado, John Kerry, presentara un informe de inteligencia en que aseguran tener pruebas sobre el uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar Al Assad en un ataque que generó más de 1.400 muertos el miércoles 21 de agosto en un área de la oposición cerca de Damasco.
"Este tipo de ataques son un desafío. No podemos aceptar que niños y mujeres sean atacados con estas armas", expresó el presidente de los Estados Unidos, quien reiteró el riesgo que "caigan en manos de terroristas que las usen contra nosotros".
Obama repudió la decisión pasiva de la ONU: "Lo que vimos hasta ahora es al menos incapacidad del Consejo de Seguridad para avanzar ante una clara violación de las normas internacionales", dijo el mandatario estadounidense y advirtió que el mundo no debe quedar "paralizado".
"El mundo tiene la obligación de mantener las normas en contra del uso de armas químicas. Todavía no he tomado una decisión final para que se hagan cumplir esas reglas", explicó Obama.
"Tengo a mi equipo militar para consultar varias opciones. He estado en conversaciones y de ninguna manera estamos pensando una intervención que signifique nuestra presencia en el terreno", señaló.
Y concluyó: "Queremos garantizar que no solo Siria sino también otros países respeten la prohibición de armas químicas. No pensamos en un compromiso a largo plazo en Siria, sino una intervención limitada. No hay una solución sólo militar y seguiré consultando al Congreso".
Por su parte, John Kerry no fue explícito pero sí dejó en claro que todos los resortes del gobierno de los EEUU están preparados para la acción militar. Repitió en varias ocasiones que tiene "confianza" en el informe de inteligencia que prueba el uso de armas químicas por parte del régimen de Al Assad y dijo que si bien no puede dar información clasificada, conocen detalles "perturbadores" del ataque en Damasco.
