El Consejo de Seguridad de la ONU puso ayer en marcha la negociación de una cuarta ronda de sanciones contra Irán, con la presentación por parte de EEUU de un proyecto de resolución que endurece los castigos al régimen de Teherán por su programa nuclear.
Brasil y Turquía, dos miembros no permanentes del máximo órgano, expresaron sus reticencias a imponer nuevas sanciones a la República Islámica durante una reunión de dos horas a puerta cerrada, dijeron fuentes diplomáticas. Estos dos países llegaron el lunes a un acuerdo con Irán para intercambiar el uranio del reactor científico de Teherán, una propuesta que ya había impulsado el año pasado el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA, por su sigla en inglés) para destrabar las negociaciones con la comunidad internacional.
Por ello, la embajadora de Brasil ante la ONU, María Luiza Ribeiro Viotti, aseguró a la salida de la cita que "este es un momento para la diplomacia y continuar las negociaciones".
