Luxemburgo, 27 de febrero.- Al menos 600 mujeres marroquíes han ofrecido sus vientres en alquiler en los últimos años, en operaciones realizadas en Luxemburgo por un precio que oscila entre los € 13.000 y € 17.000, según datos difundidos por el Centro Marroquí de Derechos Humanos.

Según explicó este martes a EFE el presidente de esta ONG, Jalid Cherkaui, las operaciones de fecundación y parto fueron llevadas a cabo en el pequeño ducado europeo de Luxemburgo.

El caso de las 600 marroquíes fue publicado el martes por el diario Al Ajbar, que cita a una miembro del CMDH llamada Rachida Uriagli, ex parlamentaria en Luxemburgo, que realizó un estudio sobre el caso en varias ciudades del norte de Marruecos.

En el Islam, los procedimientos de inseminación artificial están prohibidos, pero la traducción legislativa varía de un país a otro. Cherkaui añadió que todo el trabajo de fecundación de los "vientres de alquiler" se lleva a cabo en secreto y que en este fenómeno están implicadas varias partes, además de los padres biológicos y la madre que ofrece su vientre.

En concreto, el informe difundido por Al Ajbar citó a los doctores marroquíes que se encargan de "elaborar el dossier médico" para que la "madre portadora" pueda salir del país, a los que se añaden los "intermediarios" que sacan provecho de la operación.

El presidente precisó que el CMDH subrayó que han constituido un comité especial para investigar este fenómeno, que reprobó por considerarlo "una violación flagrante de los derechos de la mujer y del niño", porque según él supone usar a la mujer como "máquina de producción".

Las marroquíes que han ofrecido sus vientres en alquiler son, en su mayoría, empleadas de hogar, muchachas que viven en la calle o procedentes de familias pobres, que han percibido entre 150.000 y 200.000 dirhams (entre € 13.484 y € 17.981) por estos procedimientos.

En cuanto a los beneficiarios, Cherkaui indicó que son en su mayoría occidentales que tienen dificultades para tener hijos biológicos.