Brasil enfrenta una explosión de casos de dengue con más de 1,4 millones de infectados en lo que va del año, con un incremento del 400% frente a los pacientes registrados en 2021, informó el Ministerio de Salud.
Hasta el 5 de diciembre se reportaron 978 fallecimientos y siguen en análisis unas cien víctimas fatales que podrían haber contraído la dolencia, según el último boletín del Ministerio, publicado en el diario O Globo.
Con el inicio del verano y la temporada de lluvias, la tendencia es que los casos sigan en aumento hasta mediados de 2023.
Todo indica que este año habrá más de mil muertos, y esta será la cifra más alta de la historia brasileña, según una proyección de la Sociedad Brasileña de Infectología. Alexandre Naime Barbosa, vicepresidente de la Sociedad de
Infectología, afirmó que no hubo una “política pública” de combate a la dolencia. “La gente se olvida de que el dengue mata y faltó una campaña de esclarecimiento por parte de Ministerio de Salud, además cayó el número de fumigaciones”, apuntó Barbosa.
En tanto, en Argentina también preocupa la enfermedad. El gobierno de la provincia de Formosa, a través del ministerio de Desarrollo Humano, reiteró a la comunidad formoseña “la importancia de seguir cumpliendo los cuidados destinados a evitar la presencia de mosquitos en las casas y en los alrededores, sobre todo en los días de alta temperatura y humedad”.
En un comunicado emitido por la Subsecretaria de Comunicación norteña , el Gobierno explicó que los ambientes cálidos y húmedos son los más propicios para la reproducción del mosquito que transmite la enfermedad del dengue, el Aedes aegypti, especie que habita preferentemente en las casas y en otros lugares donde las personas hacen diariamente sus actividades.
Insisten las autoridades que teniendo en cuenta las temperaturas más elevadas, es necesario reforzar las medidas de prevención para evitar la formación de los criaderos de mosquitos.
Señalaron que es “fundamental” eliminar cualquier objeto ahuecado, que forme paredes y que en su interior pueda juntar agua, sobre todo los que están tirados en los patios sin utilidad, como restos de juguetes, latas, botellas y similares.