Los casi veinte millones de habitantes de Nueva Delhi, en India, amanecieron ayer en una ciudad inmersa, por primera vez este año, en una nube de smog y con un aire irrespirable a partir de un fenómeno anunciado por el estancamiento de los vientos de los últimos días mientras las familias se preparan para celebrar el Diwali, la fiesta de la luz.
La calidad del aire en la capital se degeneró progresivamente, alcanzando un nivel alarmante de casi 400 partículas PM2.5, las más dañinas para la salud. La cifra es al menos 15 veces superior al nivel definido como "en alerta" por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el boletín del Air Quality Alarm Center, la situación empeorará en los próximos días, especialmente si, a pesar de las prohibiciones, se encienden fuegos artificiales para celebrar Diwali.
Antes de que las administraciones de las ciudades más grandes prohibieran el uso de miles de fuegos artificiales, petardos y bengalas fueron detonadas haciendo que el aire fuera irrespirable.
Antes del festival, la policía incautó cuatro toneladas de fuegos artificiales en la ciudad, y arrestó a decenas de personas que los vendían ilegalmente.
"Dejemos que la gente respire: la vida de todos está en juego. Diwali es el día de las velas de aceite, no de los productos químicos", advirtió el ministro de Medio Ambiente, Gopal Rai.
Para combatir las emisiones del tránsito y fomentar el uso de vehículos eléctricos, el gobierno de Delhi anunció que instalará 500 estaciones de carga e invitó a los operadores de taxis y plataformas como Uber u Ola a introducir vehículos ecológicos para al menos el 25% de la flota.
La contaminación se repite todos los años en la capital india a principios del invierno, debido a un conjunto de factores concomitantes que van desde la baja presión y la falta de viento hasta las emisiones de las industrias, de las obras de construcción, del tránsito y los humos generados por los incendios en las zonas agrícolas al norte de la ciudad, una práctica prohibida desde 2014, pero aún utilizada por los agricultores.
Incluso, antes de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las grandes ciudades usaban mascarillas con filtro para protegerse de los venenos del exterior.
Según un informe publicado en 2020, Delhi es la capital mundial más contaminada y 22 de las 30 ciudades más contaminadas del mundo están en la India.