Fuentes policiales dijeron que los atacantes utilizaban motos y se inmolaron en un concurrido mercado de telefonía móvil en la ciudad de Sadr, dejando también a más de 100 personas heridas, según la agencia de noticias Reuters. En un comunicado divulgado en internet, Estado Islámico dijo que era responsable de los atentados. ‘Nuestras espadas no dejarán de cortar las cabezas de los opositores politeístas, donde quiera que estén‘, afirmó, en referencia a los musulmanes chiitas.
Las fuerzas iraquíes, respaldadas por los ataques aéreos de una coalición liderada por Estados Unidos, han hecho retroceder recientemente al Estado Islámico de vuelta a la occidental provincia de Anbar y preparan una ofensiva para tratar de retomar la norteña ciudad de Mosul.
El primer ministro, Haider al-Abadi, aseguró que los ataques fueron una respuesta a las recientes derrotas del grupo militante. ‘Esta banda apuntó a civiles tras perder la iniciativa y después de huir del campo de batalla frente a nuestros orgullosos combatientes‘, afirmó.
Fuentes de seguridad citadas por la agencia de noticias Efe dijeron que una motobomba explotó en el mercado de Mirdi en la ciudad de Sadr, el bastión de los seguidores del líder chiita Muqtada al Sadr, y de manera consecutiva un suicida hizo estallar su cinturón explosivo en dicho mercado.
Añadió que las dos explosiones causaron daños materiales en algunas tiendas, coches y edificios cercanos, y que las fuerzas de
seguridad acordonaron el mercado y trasladaron a los heridos a los hospitales cercanos.
El pasado jueves, siete personas murieron en dos ataques suicidas contra una mezquita chiita de un barrio del noroeste de la capital iraquí. En 2014, el EI se hizo con amplias zonas de Irak y declaró un califato en los territorios que controla en este país y en Siria. Reuters y Efe

