China anunció una serie de beneficios para que las familias tengan más hijos, ante el descenso de la tasa de natalidad que se ubica en su "mínimo histórico" y la posibilidad de que la población disminuya en 2025.
La iniciativa presentada por la Comisión Nacional de Salud (CNS) insta a los gobiernos central y provinciales a aumentar el gasto en salud reproductiva y mejorar los servicios de cuidado infantil.
La CNS piden a los gobiernos locales que "desarrollen medidas activas de apoyo a la fertilidad", como subsidios, rebajas de impuestos, mejores seguros de salud, apoyo en educación, alojamiento y trabajo para las familias jóvenes.
Las últimas pautas buscan presionar a todo el país a que tome medidas similares a las ciudades más ricas que ya dan créditos fiscales y de vivienda, e incluso incentivos en efectivo para animar a las mujeres a tener más hijos. Todas las provincias deberán asegurarse de que haya, para finales de año, suficientes guarderías para los niños de 2 a 3 años.
El país más poblado del mundo, con más de 1.410 millones de habitantes en 2021 se enfrenta "a una crisis demográfica inminente", que amenaza su crecimiento económico por el rápido envejecimiento de su población en edad de trabajar.
A pesar de que Beijing puso fin a su regla de "un solo hijo" en 2016, y de que el año pasado permitió que las parejas tuvieran tres hijos, las tasas de natalidad bajan desde hace cinco años, y se espera que el país pierda población a partir de 2025.
La tasa total de fertilidad cayó por debajo de 1,3 hijos por familia en los últimos años y se espera que el país entre en una fase de rápido envejecimiento alrededor de 2035, con más de 30% de la población con más de 60 años frente al 18 % actual.
La Comisión destaca asimismo que el tamaño medio de la familia china ha caído un 0,48 en la última década hasta situarse en 2,62 personas en 2020.
El costo de la vida y los cambios culturales a medida que las personas se acostumbraron a tener familias con menos miembros explican este descenso. Por la política del hijo único, la mayoría de los milenials, por ejemplo, no tienen hermanos.
En la China continental se contabilizaron el año pasado 1.412 millones de habitantes, con 480.000 más que en 2020. Una mera fracción del crecimiento anual de ocho millones hace una década.
A principios de año, China informó 10,6 millones de nacimientos durante el año 2021, 1,4 millones menos que en 2020, en un nuevo mínimo inédito desde 1950 a pesar de los esfuerzos para incrementar la natalidad en el país. La tasa de natalidad cayó hasta 7,52 nacimientos por cada 1.000 habitantes, la más baja desde 1978.
La tasa de fertilidad total de China (nacimientos por mujer) era de 2,6 a finales de la década de 1980, por encima del 2,1 necesario para sustituir las muertes. Desde 1994 se sitúa entre el 1,6 y el 1,7, y ha descendido al 1,3 en 2020 y a sólo el 1,15 en 2021.
Preocupados por la crisis demográfica, en algunas provincias comienzan a restringir el acceso al aborto y a complicar los procesos de divorcio. El gobierno provincial de Shaanxi, en China central, exhortó a Pekín a permitir que los ciudadanos tengan todos los hijos que quieran.
Las necesidades económicas han dado pie a que algunas empresas privadas actúen por cuenta propia. Ctrip, la segunda compañía de viajes en línea más grande del mundo, ya ofrece diversos beneficios para apoyar a los padres, como bonos cuando los hijos de los empleados llegan a la edad escolar. En algunas provincias, ya hay dificultades para cumplir con los pagos de pensiones.