Al menos unas 708 personas murieron por el terremoto de 8,8 grados Richter que sacudió ayer a Chile, además de registrarse una cantidad indeterminada de desaparecidos y dos millones de damnificados por la catástrofe, según informó la presidenta Michelle Bachelet.
"Son 708 los fallecidos y probablemente estos números seguirán creciendo", dijo la mandataria, en tanto se realizaba una intensa búsqueda de sobrevivientes entre los escombros en las zonas asoladas por el devastador sismo, el segundo por su magnitud en la historia de Chile.
La mayoría de las víctimas se produjo en la región del Maule, con 541, seguida de Bío Bío, con 64, y las 103 restante en las otras seis regiones afectadas.
Bachellet decretó además el "estado de excepción tipo catástrofe" por 30 días en las regiones del Maule y Bío Bío (Concepción), las zonas más afectadas por el sismo, lo que implica una restricción de las libertades públicas, para garantizar el orden y la distribución de mercaderías
Previo a que la mandataria informara de las medidas para enfrentar la emergencia sin parangón, los saqueos a supermercados se multiplicaron en Concepción con gente que se llevó pantallas plasma, lavadoras, herramientas, junto a cajas de aceite, leche, agua.
El ministro de Defensa, Francisco Vidal, anunció el envío de 10.000 uniformados a la zona de catástrofe para reforzar la seguridad, según reportó la agencia DPA.
La primera medida, en el marco del estado de excepción, fue ordenar un toque de queda que regirá en la zona desde las 21 de ayer hasta las 6 del lunes.
"Llegamos 600 hombres desde Los Angeles (capital de la provincia de Bío Bío)", dijo a la agencia DPA un joven conscripto de 18 años, en la ciudad de Concepción, que con sus poco más de 200.000 habitantes fue epicentro del sismo. La mandataria dispuso además la entrega gratuita de artículos de primera necesidad en las zonas más devastadas en coordinación con las principales cadenas de supermercados que donaran lo que quedó en los locales afectados.
Añadió que uno de los principales problemas es de energía, por lo que se pidió a las empresas distribuidoras que hagan los máximos esfuerzos para reponer el suministro, principalmente en hospitales y albergues.
Asimismo frente a la falta de conectividad, por la caída de puentes, grietas profundas en las carreteras, se recurrirá a puentes mecanos.
Luego de agradecer la solidaridad internacional, Bachelet dijo que pedirán la ayuda de rescatistas para encontrar a las personas desaparecidas, como también expertos en daño estructural.
"Lo que está en juego no es otra cosa que el bienestar y la vida de nuestros conciudadanos", finalizó Bachelet, reiterando que hará todo su esfuerzo hasta el último día de su gobierno.
"Estamos ante una catástrofe de tal magnitud impensable, que requerirá un gigantesco esfuerzo" de todos los chilenos, dijo la jefa de Estado chilena.
La Oficina Nacional de Emergencias de Chile dio cuenta ayer que una réplica de 6,5 grados en la escala de Richter afectó pasadas las 8 de la mañana las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O"Higgins y el Maule.
El nuevo sacudón provocó gran temor en la población que mayormente pasó la noche en las calles ya que en las zonas afectadas los edificios presentan problemas de estructura.

