Luce gracioso y parece inofensivo, pero puede que no lo sea. El pasado 26 de abril, uno de los principales líderes opositores rusos, Alexei Navalny, fue rociado con un líquido verde que le dejó la cara manchada.
La foto del político con la cara pintada corrió por las redes sociales y él la utilizó como gesto de desafío hacia el gobierno de Vladimir Putin. Navalny ha contado ahora que acaba de ser operado en un clínica de Barcelona de uno de sus ojos y que recuperarse le llevará meses. No es la primera vez que un líder opositor ruso es rociado con este líquido. Pero, ¿de qué se trata?
El ‘zelyonka’ (que se traduce como verde brillante) es un líquido que se emplea con frecuencia como antiséptico en Rusia. "El líquido […] se ha convertido en el arma de preferencia contra los críticos al gobierno de Putin en tiempos recientes", afirma Vitaliy Shevchenko, especialista en Rusia de la BBC.
Antes se había utilizado también en distintas protestas, tanto en Rusia como en Ucrania. "A uno de los blogueros más populares en el país, Ilya Varlamov, también le lanzaron el antiséptico en dos oportunidades, el mismo día que a Navalny", prosigue Shevchenko.
Otras víctimas
Mikhail Kasyanov, un político con una postura pro-occidental, también terminó con la cara verde durante una manifestación a la que asistió a propósito de la conmemoración del asesinato del activista opositor ruso Boris Nemtsov (ocurrido el 28 de febrero de 2015).
Anastasia Uspenskaya, del Servicio Ruso de la BBC, indicó que Ludmila Ulitskaya, una escritora liberal, también fue rociada con el antiséptico en las cercanías del edificio al que se dirigía para participar en una entrega de premios culturales.
"La razón por la cual se usa es que mancha la piel y es difícil de quitar, lo cual puede ser un problema si se quiere participar en actividades públicas. También se utiliza porque no causa un daño permanente, lo que quiere decir que los atacantes no tendrían problemas legales", explica Shevchenko.
Consecuencias
"Se ve cómico (cubriendo parte de la cara), pero es extremadamente doloroso", declaró Navalny en un tuit tras el incidente, que tuvo lugar en las inmediaciones de la sede de la Fundación Anticorrupción, creada por él y con base en Moscú, la capital rusa.
Tras lo ocurrido, el también abogado fue trasladado a un hospital. Posteriormente, de acuerdo a los reportes de varios medios, le diagnosticaron una quemadura química en el ojo derecho.
Navalny informó recientemente a través de Instagram sobre su condición.
"Perdí el 85% de la visión en el ojo derecho. Solo puedo ver las letras de mayor tamaño cuando me muestran el material que usan los optometristas en los exámenes de la vista", indicó.
"Lastimosamente, necesitaré meses para recuperarme", añadió. En la imagen que acompaña al mensaje se aprecia el ojo derecho de color rojo, también marcas oscuras en la piel que está debajo y al lado del globo ocular.
No es la primera vez que a Navalny lo rocían con el antiséptico verde. Un incidente similar ocurrió en marzo, en el marco de unas protestas anticorrupción organizadas por el político contra del gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin.
Fuente: La Nación