‘Escuché gritos y un choque y luego vi a la multitud saliendo y esta furgoneta bajando por el medio de La Rambla y supe de inmediato que era un ataque terrorista o algo así‘, dijo el testigo Tom Gueller a la cadena BBC. ‘No disminuyó la velocidad. Iba directo contra la multitud‘, agregó.
Imágenes grabadas con un teléfono móvil mostraron muchos cuerpos tirados en La Rambla, algunos inmóviles. Paramédicos y transeúntes ayudaban e intentaban calmar a los lesionados que estaban conscientes. Alrededor, el célebre bulevar se veía desierto, cubierto de basura y objetos abandonados como gorros, bolsos y un cochecito de niños.
El atropello ocurrió en plena temporada turística en Barcelona, una ciudad al borde del Mar Mediterráneo que es uno de los principales destinos de Europa y recibe a cerca de 11 millones de visitantes cada año.
Claudia Rigghetti, una formoseña que recorría ayer la zona de La Rambla donde se produjo el atentado que dejó un saldo de 13 muertos y más de 100 heridos en Barcelona, aseguró en su cuenta de Facebook que vivió ‘una de las experiencias más feas de su vida‘ y subrayó que ‘por cinco minutos‘ no fue una de las personas atropelladas por ‘ese desgraciado’.
‘Doy gracias a Dios que me dijo que cruce la calle en ese momento. Pero por sobre todo quiero agradecer a Mobile World Centre, que, en la desesperación por escapar, entramos en su local y nos pusieron a salvo por dos horas hasta que la Policía vino a evacuarnos’, agregó la argentina, que se encuentra de viaje por Europa.
Rigghetti felicitó ‘de corazón a esta gente que nos protegió y nos contuvo, brindándonos toda su colaboración. Excelente el grupo de empleados de ese local. Muchísimas gracias’.
En los alrededores de la Rambla y la plaza de Cataluña se vivieron escenas de pánico, con gente corriendo muy asustada, refugiándose en comercios y portales tras el atropello.
“Estaba comprando tabaco en un estanco y he oído un ruido tremendo. Al salir, he visto a muchas personas en La Rambla, en el suelo, sangrando. Un kiosco estaba parcialmente destrozado. No sabía qué hacer y he salido corriendo a través del Raval (el barrio de Barcelona). Llevo una hora corriendo”, indicó un joven marroquí.
El argentino Diego Otamendi llegó a esconderse en su local de tatuajes frente a Las Ramblas. “Mi local está a 10 metros de donde se frenó la camioneta. No vi nada porque estaba trabajando pero salí ni bien escuché un gran estruendo y gritos. Enseguida vi una estampida y decenas de cuerpos en el suelo. Esto es horrible”, confió.
El futbolista argentino Lionel Messi rechazó el ataque. ‘No nos vamos a rendir, somos muchos más los que queremos vivir en un mundo en paz, sin odio y donde el respeto y la tolerancia sean las bases de la convivencia‘, publicó en su cuenta de Instagram.
El descontento internacional
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció en Twitter que viajaba a Barcelona. ‘Máxima coordinación para detener a los autores, reforzar la seguridad y atender a todos los afectados. Unidad‘, señaló.
La Casa Real española también se expresó a través de Twitter: ‘Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos‘. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en Twitter: ‘Estados Unidos condena el ataque terrorista en Barcelona, España, y hará todo lo que sea necesario para ayudar. ‘¡Sean resistentes; fuertes, los amamos!‘.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, cuyo país ha sufrido varios ataques, tuiteó: ‘Todos mis pensamientos y la solidaridad de Francia con las víctimas del trágico ataque en Barcelona‘.