Del lado de afuera de Telefe, los complicados tres o cuatro grados que regulan la temperatura de Martínez, no mitigan el ánimo de un puñadito de fans de Juliana Furia Scaglione, unos diez o quince, que esperan por verla lo más cerca posible. Del lado de adentro, el ánimo está tranquilo. Ya se evaporó la efervescencia del debut de esta temporada de Gran Hermano (Telefe), que comenzó el 11 de diciembre de 2023 y también la de la final que coronó el último domingo a Bautista Mascia. Se siente algo así como la resaca de una fiesta larga. Una que duró unos siete meses.

En eso, aparece Furia, sale a saludar a su gente y vuelve cargada de bolsas y regalos. Otros exparticipantes de esta edición se mezclan con La Tora Villar, Nacho Castañares y Mora Jabornisky, que andan por ahí para conducir el streaming oficial. Después de la final, este lunes fue la última gala en vivo del ciclo, que se destacó por la entrega de los GH Awards. Por el estudio, minutos antes de tener aire, aparece Santiago del Moro y se para en su atril para hablar con Teleshow a menos de veinticuatro horas de haber cerrado una temporada “picante” de este reality. “Estoy cansado, se debe notar en mi cara, ¿no? Ya estoy contando las horas para irme de vacaciones”, dice y se ríe.

La 2023-2024 fue la más larga de todas las que se hicieron en Argentina, comenzando el lunes 11 de diciembre del año pasado y terminando este domingo 8 de julio. Casi siete meses al aire, sin parar. “No se me hizo largo porque amo hacer televisión. Yo pienso todo el tiempo en televisión. Nunca me lo tomo personal. Cuando decían que yo me enojaba por tal o cual cosa… No me conocen a mí. Y esto no es agitado para mí. Imaginate que con todos los años que estuve en Intratables, para mí esto es Disney. Me lo tomo con mucha responsabilidad, miro todo el día la transmisión en vivo… Creo que mi familia me tiene que recuperar ahora. Yo tengo que recuperar mi vida. Fueron siete meses donde yo me fui de mi vida. Porque entre la radio, que me levanto a las 5 de la mañana, y esto… Mi vida es el trabajo”, resume Del Moro de un tiro.

“Yo estuve en la casa, también. Y aparte, a cualquier hora prendo para ver cómo está. Y si veo que algo está mal, llamo a los chicos de producción y les digo: ‘Che, fijate esto, fijate lo otro’. Yo trato de que ellos estén bien”, dice en tiempo presente, como si el reality aun no hubiera detenido su marcha.

Del Moro insiste en que estuvo enchufado las 24 horas al juego, que cree que esta temporada fue “más intensa, agitada, visceral y power” que la anterior, que considera que el mejor jugador de Gran Hermano es “el que apaga la luz por saber adaptarse a los subibajas” y que de todos modos considera que Furia quedará como una “marca registrada en la historia del juego”. Que no tuvo a ninguno como favorito y que tampoco se identificó con ningún jugador (”Creo que todos tenemos un poco de cada uno”). También confirmó que él estará al frente de la próxima edición del reality en el 2025, pero que no vio ninguno de los videos del casting que ya están circulando por las redes sociales.