FOTOS DANIEL ARIAS

El próximo miércoles, el Auditorio Juan Victoria será escenario de un concierto muy particular y no sólo por el día, que no es el habitual de la Sinfónica local, organismo que lo llevará adelante (y que lo repetirá el viernes siguiente). Esa noche, apertura de la temporada N° 51 de la Orquesta, el público podrá disfrutar de la Sinfonía 9 de Anton Bruckner, obra que no había tocado antes y que demandó reforzar la planta existente con músicos invitados. En la batuta estará el M° Wolfgang Wengenroth, músico alemán que en este concierto hará su debut como director estable de la formación dependiente de la UNSJ. Será -además- su primera vez como titular de una orquesta, cargo que se acopla a una destacada carrera que lo ha puesto reiteradas veces al frente de distintas agrupaciones de Europa, Asia y América -incluida la de San Juan-, aunque nunca de manera estable, como será en esta oportunidad.

Desde el lunes por la noche en la provincia, abocado a los ensayos, Wolfgang -“un nombre muy común allá, sobre todo en una generación anterior a la mía’, dijo en un muy claro español- hizo una pausa para dialogar con DIARIO DE CUYO sobre esta etapa que comienza.

“El Auditorio es un regalo para la Orquesta. Ya he tenido unos ensayos y la atmósfera que hay me parece muy buena, espero tener una linda relación. De la ciudad conozco un poco, algunos museos, los alrededores, fuimos a un dique, pero hay mucho por descubrir’, sintetizó estos primeros días en la provincia el Maestro Wengenroth, que durante sus dos años de contrato también viajará para cumplir con algunos compromisos ya asumidos en Europa, donde -diferenció- se planifica más a largo plazo.

En su nueva casa. Nacido en Bonn (Alemania) en 1975, Wolfgang Wengenroth se graduó en el 2000 en piano y dirección de orquesta. Dio sus primeros pasos como solista en Berlín y desde 2016 trabaja como artista independiente. Con actuaciones alrededor del mundo, ha tenido presencia en Argentina desde 2015. En San Juan, en 2022 dirigió a la Sinfónica en Carmina Burana. Fue la primera vez que la obra de Carl Orff se hizo Argentina con ballet, coro y orquesta en vivo, para el 6to. aniversario del Teatro del Bicentenario. Y en 2023 (tras la partida del catalán Alfons Reverté Casas) estuvo como director invitado de la Sinfónica por un par de semanas, con dos programas distintos.

– Ya había dirigido a la Sinfónica, pero ahora será una relación diferente ¿Cómo lo vive? 
– Creo que éste es nuestro quinto proyecto, pero es mi primer proyecto en este nuevo puesto, con más responsabilidad. Mi primera vez aquí fue una producción en el Teatro del Bicentenario, Carmina Burana; después la Orquesta me invitó para unos conciertos y luego me eligió! He dirigido varias orquestas en el país, en los últimos tres años estuve de julio a septiembre trabajando en Argentina, desde el Teatro Colón hasta en la provincia de Chaco, con alumnos que no tienen muchas oportunidades para acceder a un instrumento, ese también es un trabajo muy importante que me dio mucho placer… Pero ahora tengo una relación muy especial con San Juan.

– ¿Además es su primera vez como director titular?
– Sí, en Europa trabajé muchos años en teatros, en óperas, pero siempre en lo que allá se llama “maestro de capilla” o como invitado. Nunca fui director titular, es mi primera vez. Y también espero que para la Orquesta sea una buena experiencia trabajar con otro europeo y que sea el inicio de una colaboración profunda.

– ¿Qué cree que le aportará esta experiencia a su carrera?
– Voy a dirigir un montón en un solo lugar por primera vez y es muy importante programar cosas nuevas para mí también, no solo repetir. Y además, la idea de desarrollar una orquesta es lo que me interesa mucho aquí.

– ¿En líneas generales, qué planes tiene como conductor para la Sinfónica?
– Lo que quiero hacer es traer nuevo repertorio a la Orquesta.

– Y en ese marco ¿Por qué la Sinfonía 9 de Bruckner para el debut?
– Hay varios aspectos, uno es justamente que la Orquesta jamás la ha tocado. Es la última sinfonía de Bruckner, que quedó inconclusa. Normalmente una sinfonía tiene cuatro movimientos, pero cuando estaba trabajando en el cuarto, él falleció; así que termina con un movimiento largo, muy raro para una sinfonía, que generalmente tiene un gran final. Es como un final abierto… ¿Como que queda más para hacer?… Me parece una linda imagen para el inicio de esta colaboración. Además él era extremadamente religioso y aunque la Sinfonía no tiene ninguna dedicación y probablemente sea una leyenda, se dice que se la había dedicado a Dios. Si es una leyenda, está muy bien inventada porque la obra tiene muchos aspectos religiosos y entonces me parece muy oportuna para Cuaresma. Además, como Bruckner exige un organismo muy grande, habrá refuerzos. Seremos entre 70 y 80 músicos en escena, aproximadamente, con más flautas, clarinetes, oboes, fagotes, trombones, trompetas… Habrá ocho cornistas, que es un montón; cuatro vienen de Buenos Aires y van a intercambiar entre cornos y tubas wagnerianas, que es un instrumento que también exige Bruckner y hay muy pocos en Argentina; ahora llegarán del Teatro Argentino de La Plata.

– Será toda una novedad para el público entonces…
– Sí, será toda una novedad y sobre todo porque no anima el aplauso del público, como ocurre generalmente con las sinfonías, sino que termina como en el cielo. Es muy especial, pero es mi repertorio y también quiero mostrarlo en San Juan. Además es una obra que verdaderamente lleva muchísimo trabajo y por eso la vamos a hacer dos veces, el miércoles y el viernes. Esperamos que el público de San Juan venga a los dos conciertos.

– ¿Qué otros conciertos tiene en mente?
– Más adelante haremos la 1ra. Sinfonía de Gustav Mahler -que fue alumno de Bruckner-, que tampoco fue tocada nunca en San Juan. Como yo estudié y trabajé muchos años en Austria, hay una gran influencia en mí de ese mundo musical y quiero compartirlo acá. También un cuarteto para piano y cuerdas de Brahms, para gran orquesta, con arreglo de Arnold Schoenberg, que creo que tampoco la han tocado. Además hay varios solistas que han propuesto obras para sus instrumentos y orquesta, y para mí es una manera de conocer mejor a los solistas, está muy bien; por ejemplo hay una muy linda obra de Robert Schumann para cuatro cornos y orquesta. Y estamos pensando en una obra para coro y orquesta, y en ese contexto sería posible usar el órgano. Todavía no he escuchado el órgano, debe ser impresionante, tengo que profundizar un poco en eso. Y luego quiero hacer música argentina, por supuesto, ya estuve hablando con una compositora que tiene mucho interés en componer algo para la Orquesta. Bueno, espero que sea una linda mezcla de estilos, nuevas experiencias tanto para la Sinfónica como para mí y para el público. Yo quiero aportar a la vida cultural de San Juan y aunque las salas no estén siempre llenas, creo que lo más importante es tocar, tocar, tocar; ofrecer, ofrecer y ofrecer…

– ¿Esa idea define, de algún modo, su plan de acción?
– Es uno de mis objetivos, sí. No podemos tocar dos veces cada semana, como será ahora, pero sí con las programaciones muy especiales; también es un fuerte deseo de muchos músicos. Espero que todos nosotros podamos aprovechar esta combinación y que todos lo disfrutemos.

DATO
Sinfonía 9, de Anton Bruckner. Orquesta Sinfónica de la UNSJ, con músicos invitados. Dirección: Wolfgang Wengenroth. Miércoles 9 y viernes 11 de abril, 21:30 hs, Auditorio Juan Victoria. Entrada libre y gratuita.