A casi dos semanas del comienzo de la nueva temporada de Gran Hermano, los acercamientos como las enemistades en el reality show están bastante definidos. Por supuesto, no faltan los escarceos amoroso: uno de ellos es el triángulo amoroso entre Giuliano, Chiara y Jennifer, otro como el de Renato y Martina y en la fiesta del viernes Claudio y Andrea avanzaron un poco más y se dieron un beso en plena fiesta de los viernes.
“Hacía mucho que no daba un beso”, le confesó Andrea a Claudio, sin embargo terminó relativizando sus dichos. “Hace 20 días”, aseguró, en uno de los momentos que compartieron en una noche donde no se separaron. Hablaron de lo difícil que les resultaba nominar y, por supuesto, bailaron cuarteto al ritmo de Rodrigo, Luck Ra y La K’onga.
El acercamiento de los participantes fue seguido por La Noche de los Ex en Telefe, pero los besos recién llegaron después de que terminó el programa. “Ay, pensé que estaban chapando ahí en la fiesta. ¿Están chapando?”, se preguntó La Tora al verlos muy juntos, abrazados y bailando, pero sin alcanzar a ver sus labios.
Mientras que Robertito Funes no pudo ocultar sus ganas de que concreten. “Parece que hay un intercambio de fluidos y lengüetazos. Papucho está como loco. Está desatado”, comentó el conductor del ciclo de los viernes, mientras se veía a los compañeros del participante festejar que se le había animado a la jugadora coreando un “¡dale campeón, dale campeón!”.
Quiénes son Andrea y Claudio, la primera pareja que se formó en Gran Hermano
Claudio Dilorenzo es de Flores y tiene 41 años. “Tengo dos hijos que son la luz de mi vida. Me gusta molestar a la gente, me gusta hacer bromas, creo en la ley de atracción. Mi vida se basa en eso. No me imagino estático. Soy uno de los que creen que la Tierra es plana y no redonda”, aseguró el reikista, que se reconoce como terraplanista, en su presentación.
“Tuve un episodio muy loco que me pasó un OVNI arriba mío. Creo que hubo un antes y un después de eso. Muy místico. También doy reiki, creo que tengo un don con eso. Ese es mi plan de juego”, fueron sus palabras de presentación a la hora del casting para entrar a la casa.
Por su parte, Andrea Lázaro tiene 42 años, es del barrio de San Cristobal, tiene un hijo y trabaja como instructora de musculación, personal trainer y en nutrición deportiva. “Soy profe de un gimnasio. Me gusta hablar mal de los hombres, es difícil vincularse, está complicado. Soy evangelista, me casé, me divorcié y hace 18 años que no vivo con nadie”, contó la jugadora, que antes de entrar a la casa tenía una cuenta en una plataforma para adultos y decidió darle de baja en su ingreso.
“Vivo con mi hijo, pero con un hombre no volví a convivir. Cada vez que se acerca Navidad yo necesito estar de novia. Hay que apurarse. Entro a la casa de Gran Hermano para conocer gente cara a cara, basta del chat y de lo virtual, quiero lo real”, contó, sobre sus ganas de volver a enamorarse. ¿Lo conseguirá con Claudio?