Desde su debut en marzo de 2006, Cuestión de Peso pasó por varias etapas con diferentes conductores, salidas del aire y regresos con mejor o menor suerte. En la tarde de este lunes, El Trece volvió a apostar al programa con Mario Massaccesi como conductor, antes de presentar las fuertes historias de vida de los participantes.

“¡Buenas tardes! ¡Vuelve la emoción a la televisión argentina! ¡Vuelve Cuestión de peso!”, dijo el presentador en el arranque, mientras llovían papelitos en el estudio y los familiares de los concursantes aplaudían levantando carteles a un lado en una tribuna.

“El programa más saludable de la Argentina. Estamos otra vez en tu casa para ser un puente de los buenos hábitos, de la salud y del cambio de vida”, siguió Mario, en un rol diferente al que siempre tuvo en TV al frente de Síntesis y los noticieros de TN.

En el panel lo acompañarán, una vez más, Alberto Cormillot y Sergio Verón. La novedad es que para esta nueva edición se sumó buena parte de la familia del médico: su esposa, Stefanía Pasquini; su hijo, Adrián Cormillot; e incluso su nieta, Abril Cormillot.

Minutos después, anunciaron a los participantes del reality que buscarán un cambio de vida.

Uno a uno, los participantes del reality

  • Ernesto Cirilo Ayala, alias, “El gaucho”.

“Tengo 39 años y creo pesar 210 kilos. Soy oriundo de Corrientes y por el tema de la obesidad no puedo hacer nada. No puedo subir al caballo. Me canso de estar parado y quiero volver a cuando estaba delgado y me sentía feliz. Hará entre 7 u 8 años que estoy con este sobrepeso. Soy chef, maestro pizzero y me gusta cocinar”, contó.

  • Melina Gómez, alias, “La estudiante”.

“Tengo 27 años, soy oriunda de la ciudad de Bariloche, pero hace más o menos un añito estoy viviendo en Capital Federal. Me vine a estudiar licenciatura en psicología. En este momento de mi vida me está empezando a preocupar mi salud porque me está costando cada vez más subir las escaleras, atarme los cordones, cosas superbásicas. Odio hacer actividad física. No hay nada que me saque más de quicio”, se presentó.

  • Marcelo Rosada, alias, “El chico Play”.

“Tengo 25 años, soy de González Catán y trabajo en una fábrica de inyección plástica con mi familia. Creo que peso alrededor de 215 kilos. No quiero llegar a los 30 años y que el móvil del programa me tenga que ir a sacar de mi casa postrado de una cama. Me molesta no sentirme cómodo en la calle, que las personas me miren como alguien diferente”, aseguró al borde de las lágrimas.

  • Gabriela Natalie Atamián, alias, “La bailarina”.

“Me dicen Nate, tengo 33 años, soy de Flores, Capital. Estoy pesando 97,800 kg en este momento. Quiero bajar de peso porque quiero volver a bailar. Yo competía en un equipo de reggaeton coreográfico. Ganaba los primeros puestos en Europa, Brasil, Rosario, Mar del Plata. Competencias nacionales e internacionales en primer puesto. Estoy trabajando vendiendo contenido hot. Tengo una página en la que los clientes se meten y pagan por lo que quieren consumir. Vivo con mi papá, mi mamá y mi hermana y ellos son religiosos. Mi hermana es pastora y van a la iglesia desde que tengo memoria. Lo que más me gusta de mi cuerpo es la cola porque me da mucha plata”, reveló.

  • Camila Deniz, alias, “La influencer”.

La hermana de Thiago Medina, participante de Gran Hermano 2023, se sumó al programa como participante. De alto perfil, el año pasado mostró todo su carácter en varios conflictos mediáticos donde aparecía defendiendo a su hermano e incluso se volvió viral cuando quedó su cabeza atorada en la reja de una ventana.

“Quiero entrar para bajar un poco más de peso. Está en los ojos de los demás salir a la calle y que me vean como un monstruo. Hace tres semanas fui al boliche y un chico me llamaba Barney. Agarré mis cositas y me fui. Ahí fue cuando dije: ‘Quiero ayuda’”, señaló.

  • Paulo Fleitas, alias, “El uruguayo”.

“Tengo 37 años, soy de Ciudadela y creo que estaré pesando unos 145 kg. Mi trabajo hoy en día es con mi madre en su panadería y el resto del día trabajo conduciendo mi camioneta en una aplicación. Las harinas son sinónimo de momentos felices, como una torta de manzana, unos panqueques, unos bizcochitos de grasa, buñuelitos, tortas fritas”, se presentó el participante, que tiene una madre uruguaya y, según contó, comenzó a engordar en los viajes que hacían al país vecino. Divorciado, vincula el final de su matrimonio con su aumento de peso.

  • Victoria, alias, “la madre del milagro”.

“Tengo 34 años, soy de Villa Pueyrredón y peso 135 kg. Desde los 16 años empecé a subir mucho de peso. A mis doce años a mi papá lo mataron. Era policía, fue a hacer una custodia y lo mataron. La falta de mi papá durante toda mi adolescencia fue muy duro para mí”, relató.

“En noviembre del año pasado me hice una endoscopia y me hicieron microperforaciones en el esófago y yo no lo sabía. Ahí me dijeron que tenían que meterme en el quirófano de urgencia y que me despida porque no sabían si me iba a despertar. Me despedí de mi marido y lo único que decía era: ‘Los nenes’”, recordó.

  • Matías, alias, “el vendedor ambulante”.

“Tengo 38 años, soy del barrio de Floresta y peso actualmente 190 kg. Trabajo en la calle. Soy Matías, el pibe de los tuppers. Por el tema del sobrepeso no es fácil conseguir laburo. No atribuyo el tema de mi sobrepeso a algo en particular, pero puede ser el fallecimiento de mi viejo. Me dejé estar. Yo era muy apegado a él. Yo me rateaba, no quería ir al colegio y me fui a trabajar con él. Tenía un barcito y yo estaba todo el día con él”.