Como una fusión de reality shows populares como Gran Hermano, La isla de la tentación y Survivor a las 22 hs en punto comenzó Por amor o por dinero, la apuesta de El Trece para su prime time. “Bienvenidos a un reality nunca visto. Bienvenidos a Por amor o por dinero”, lanzó Alejandro Fantino, el conductor de la apuesta, frente a una tribuna familiares y amigos que aguardaba el ingreso de 10 parejas.
En la dinámica del programa los participantes recibirán 50 millones de pesos y tendrán que decidir si gastarlos durante su estadía o conservarlos para llevarse el premio total. Una superproducción de una casa construida en los estudios Baires de Don Torcuato, vigilada por cámaras en vivo que se verán a través de Flow, seguirá el día a día de los participantes: allí tendrán que dormir en espacio enorme, al que llaman el loft, con 10 camas pegadas una al lado de la otra, comodidades mínimas como un baño para todos y cuatro comidas básicas. El acceso a una zona VIP podrá cambiar su experiencia a una de lujo.
La primera pareja que fue presentada fue la de Laura y Sebastián, a quien su pareja llama Marquez. “Estamos juntos desde hace 19 años”, contaron, mientras se desarrollaba cómo era su día a día, su cotidianeidad con cuatro hijos y cómo el nene más chico llegó a sus vidas tras la decisión de él de hacerse una vasectomia y el paro de la obra social que tienen. Ellos fueron los primeros en conocer el espacio en el que se desarrollará el reality.
Luego llegaron Melanie y Alexis, él técnico de la banda Los Totora y ella fanática enferma de Ricardo Arjona. Unos minutos más tarde aparecieron Solange y Gastón que se conocieron en las noches en las que él concurría a un famoso boliche en el que paraba Ricardo Fort, quien era su amigo. Así se fueron desarrollando las diferentes historias de los concursantes: algunos con varios años a cuestas y otros en los primeros meses de sus noviazgos
En el estreno se tiró toda la carne al asador. Un grupo de panelistas conformado por Carlos Monti, El Polaco, Barby Silenzi y Mariana Brey vieron las tempranas interacciones de los habitantes del programa, al que se le fueron presentando junto al público las dinámicas que buscarán caldear la convivencia. Tal como marca la premisa del programa, ellos pondrán en juego su deseo de acumular el gran premio para su salida o, por el contrario, permitirse dar algunos lujos, como pagar por su estadía en la zona VIP o disfrutar del plato que quieran, pero a un alto costo monetario que se les descontará.
También fue presentado Rodrigo Lussich, que fue presentado como “El negociador”. “Vamos a negociar cada beneficio del premio mayor de los 50 millones de pesos. Vamos a empezar a descontar las negociaciones. Todos los días en la sala de negociación voy a entrar para que ellos dejen parte de su previo eventual a cambio de mejoras, como comida y todo lo que aparezca”. Pero no solo eso. El periodista adelantó que será el encargado de “gestionar emociones”, un rol central dentro del reality.