El 10 de septiembre pasado salió a las bateas “La vida al viento”, el nuevo disco de Luciano Pereyra, el décimo de su carrera. Un disco que no sólo marca -fiel a su estilo- una nueva etapa del cantautor, sino que además le ha permitido disfrutar de sus “efectos”, como por ejemplo la excelente recepción que le valió convertirse en primero en ventas desde su salida, certificación de oro, varios Gran Rex agotados y shows por todo el país, tourné que lo traerá a San Juan el próximo sábado a las 21.30 en el Estadio Aldo Cantoni (entradas Platinum $1.000 Gold $850, VIP $700, Platea O baja $550, Platea O alta $400, General S $350). De este presente, y un poco de toda su trayectoria, el cantante oriundo de Luján dialogó con DIARIO DE CUYO. “Estoy muy contento porque se empezaron a conocer las canciones con los dos cortes, Como tú y Es mi culpa; y luego la salida del disco… Me tiene más que contento por cómo ha respondido la gente”, comentó.
– ¿Por qué La vida al viento?
– Porque después de un disco tan importante como fue “Tu mano”, fue musicalmente arrancar un disco de cero, y ver por dónde vamos, y encontrarme con diversos autores y compositores, Colombia, Venezuela, México, Cuba… la vida al viento me llevó por esos lugares y fue maravilloso. Es buenísimo por dónde me ha llevado este disco. Y también porque el viento es algo que naturalizamos tanto, pero es tan importante. Es la primera caricia de la mañana que recibís cuando salís, lo que respirás, lo que te hace sentir que estás vivo…
– Todo un símbolo…
– Exactamente. Sí, hay que dejar fluir las cosas, dejar un poquito la vida al viento y que mande un poco la naturaleza por donde uno tiene que ir…
– Que “Tu mano” haya sido nominado a los Grammy, ¿te pone una vara alta?
– Es algo independiente, son etapas diferentes, distintos momentos de mi vida. A Tu mano lo grabé con esas canciones que sentí en ese momento, y el otro fue arrancar de cero. Por eso es La vida al viento, dejarte llevar por los sentimientos para ver a dónde vas. Te liberás de una carga emocional muy grande, como fue el disco anterior, y empezás de nuevo, y eso es maravilloso para mí. No me gusta comparar un disco con otro, son etapas diferentes…
– Si cada disco es una etapa, ¿cuáles reflejás en estos diez?
– Todas y las más comunes que cualquier ser humano puede transcurrir. Yo lo único que quiero es seguir trabajando para seguir disfrutando de mi carrera como hasta hoy, los años me fueron acompañando y gracias a Dios siempre hay gente al pie del cañón.
– Entonces el que quiera conocerte, que compre la colección…
– (Risas) ¡Y ni eso hace falta, los bajás de internet! Pero sí, ahí se encuentra un poco de quién soy.
– Grammy, teatros llenos, ventas de discos…. ¿Cómo se mide el éxito?
– Es que para medir tendría que ser algo matemático y esto es un hecho artístico. El hecho de cantar, de poder subir a un escenario, de poder transmitir lo que siento a través de canciones, para mí es maravilloso. Yo le agradezco a Dios poder hacer lo que me gusta. Yo soñaba con un disco y hoy estoy celebrando el décimo, con nueva gira, nuevas presentaciones. Siempre digo que Dios y la vida han sido muy generosos conmigo y agradezco eso, y la forma en que lo hago es subiendo al escenario a cantar…
– Pero que el público compre una entrada o un disco no deja de ser un indicador, al menos en este sistema…
– Sí, pero también hay que aprender a valorar todo lo otro. Valoro que la gente compre un disco o una entrada, y para eso yo trato de perfeccionarme día a día, estudiando música, tomando clases de canto, viajando a otros países para crecer, tratando de hacer un gran disco, entregando lo mejor porque valoro ese esfuerzo de la gente…
– ¿Mirás a tu gente cuando te subís al escenario? ¿Qué ves?
– Un gran espectáculo. La gente viene a ver un concierto pero yo también veo un gran espectáculo, de energía, de emociones, familias enteras que cantan una canción o una pareja a los besos, y yo soy musicalizador de esa historia de amor… y eso es una bendición para mí….
– Dos shows paralelos…
– Y en el medio está la música, el lazo entre ellos y yo.
– Algunos dicen que este es tu disco más internacional, con mucha fusión.
– Es muy folclórico también, y el más romántico sin dudas.
– ¿Es una necesidad, esto de reinventarse, para seguir?
– Es una manera de vivir. Si yo me quedo quieto en algún lugar sería muy aburrido…
– ¿Entonces es un reflejo de cómo sos?
– Claro, y si además tengo la oportunidad, ¿por qué no hacerlo, por qué no aprovechar las oportunidades de trabajar con artistas con los que he querido trabajar siempre? Está bueno, porque me hace crecer como profesional y también como persona….
– Las fusiones son tendencia…
– Pero no es de ahora. “Un vestido y un amor”, cantado por Mercedes Sosa, de Fito Páez… Mi padrino (NdeR, Horacio Guarany, fallecido en enero) cantaba en ruso. Yo siempre doy el mismo ejemplo: si a un pintor le das un solo color, lo estás limitando, y por qué limitar si hay un montón de colores; y en la música es igual. Siempre está eso de que si te enmarcás en un lugar no podés salir de ahí… No, yo principalmente no, porque sería limitarme y yo quiero seguir creciendo. Parte de esa libertad es La vida al viento y yo quiero ser libre como el viento…
– ¿Por qué creés que los puristas ponen objeciones? Le paso a Sole Pastorutti, por ejemplo…
– No creo que estén en contra, habrá algún comentario, pero si no, deberíamos dejar de usar todos guitarras y teclados eléctricos. Hoy en tu celu podés tener una play list con Polaco Goyeneche a Frank Sinatra… ¿y por qué no? Todo va mutando, todo va cambiando, y creo que para bien.
El dato
Sábado 11, 21.30 hs. Estadio Aldo Cantoni. Entradas desde $350 a $1.000. Anticipadas: Data, Farmacia Echegaray, Drugstore 1345 y masticket.com.ar.