Javier Parisi es de Lanús y pasó de ser cadete de una fábrica a caracterizar a John Lennon en Inglaterra, en el musical "This Girl, The Cynthia Lennon Story", que recreó la primera historia de amor del astro. El músico -que iba a debutar en el Auditorio Juan Victoria el domingo próximo, fecha que fue postergada en el marco de las medidas de prevención por el coronavirus – habló con DIARIO DE CUYO sobre su caracterización del mítico Beatle y su vínculo con Julia y Julian (la hermana y el hijo del creador de clásicos como Imagine, asesinado el 8 de diciembre de 1980), aún movilizado por su actuación en suelo inglés.
– ¿Cómo fueron tus primeros pasos como Lennon?
– Mi enamoramiento por los Beatles comenzó a los 8 años, frente al TV en blanco y negro de mis padres en 1988, cuando aparecieron en la cortina de Pinky. A partir de ahí, empecé a anotar la fonética de sus canciones y yo le dije a mi mamá que quería estudiar inglés y guitarra para comprenderlos. A los 20 armé la banda tributo, siempre como Lennon ya que tengo la nariz, los pómulos, la boca, muy parecidos; el resto se acentúa con maquillaje.
– ¿Qué decían tus padres?
– Mi padre quería que siguiera la universidad, mi madre siempre me apoyó. Así empecé a trabajar como cadete en Taranto, a la par de la música. En 2009, viajé por primera vez a Inglaterra con mi grupo invitados por el representante de Los Beatles, Adam Williams. Tenía 2 semanas de vacaciones que me había guardado para eso, pero cuando volví, me encontré con una carta documento. Después de 9 años, me quedé sin trabajo y eso me incentivó a dedicarme de lleno a esto, aunque los comienzos fueron difíciles.
– ¿Cómo llegó la oportunidad de ser parte de un musical en Inglaterra?
– A través de Helen Anderson, que se hizo amiga de Lennon y Cinthia a los 15 años, en el colegio de arte. Yo le compre una de las gorras que diseña por Instagram, ella me pidió que me sacara una foto y cuando se la envié, me dijo que no podía creer el parecido, hasta Julian me empezó a seguir. Así empezó el contacto y me pidieron que grabara videos que hicieron circular entre amigos. En diciembre, llamaron a Julian con la idea de hacer el musical, él les dijo que se comunicaran con Helen y ella me propuso. Hasta me hicieron trabajar el acento y su dialecto con un profesor de Gales. Así me dieron la noticia que en mayo tenía que estar allá para comenzar en agosto.
– ¿Qué significó personificar a tu ídolo en Liverpool, su ciudad natal?
– Hacer a Lennon en Liverpool fue soñado. Vivir y compartir situaciones de la vida cotidiana de su familia fue increíble. Estuve 3 meses viviendo en la casa de Helen. A su casa, Julia, su hermana, iba a tomar el té con nosotros; o llamaba a Julian. Me encontré transitando cosas que leía en libros. Cuando me vine, Helen me dijo: "Sobrino, quiero saber todos los días de vos". Ella es una especie de hada madrina.
"Hacer a Lennon en Liverpool fue soñado. Vivir y compartir situaciones de la vida cotidiana de su familia fue increíble’
– ¿Qué anécdotas recordás?
– A los dos días de llegar sonó el teléfono y era Julia. Cuando Helen colgó, me dijo que ella quería conocerme. Esa noche no pude dormir. Al otro día Helen me dijo que me vistiera como John en 1965. Cuando Julia me vió, dijo: "¡John!" y me dio un abrazo, le conté que mis padres se llaman Roberto y Julia, por lo que se quedó asombrada por la coincidencia; al igual que por mi fecha de nacimiento, justo cuando lo mataron. Me contó historias y hasta ayudó a que me contrataran en el Cavern Club de Liverpool donde hice más de veinte presentaciones.
– ¿Qué les gustó de tu recreación a sus familiares?
– Se impresionaron con la manera que preparo el personaje, porque no soy Lennon las 24 horas, sino Javier; y eso, les gustó. Ellos no querían un loco como el fanático que lo mató, querían alguien que lo hiciera artísticamente.
– ¿Cuál fue la primera reacción del hijo?
– Julian no podía creer que alguien se pareciera tanto a su padre y que fuera más joven que él, porque yo tengo 39 y el ya cumplió los 50. Él era chico, tendría 14 o 15 años cuando lo mataron, no tuvo mucho contacto porque Lennon vivía de gira y luego se fue a Estados Unidos y él se quedó con su madre en Inglaterra.
– ¿Te brindó información para enriquecer la caracterización?
– Son cosas muy privadas de él, sufrió mucho con el éxito de su padre y no quiere exponerse mucho, cuando viene a Argentina nadie se entera. Pero me sirvió vivir en esa atmósfera con su familia, es como decir que estuve en la Universidad de Lennon. Ellos me dijeron que estaría orgulloso de como lo hago, porque es con dedicación.
– ¿Tenés otros proyectos en Inglaterra?
– Luego de 3 meses, se está trabajando en nuevos libros e historias y están viendo a qué plano llevarlo, si a película, documental o teatro, pero están en stand by porque hay derechos de autor y licencias que resolver. En Argentina también tengo planes que todavía no puedo contar.
– De cadete a Lennon y de Lanús al mundo…
– Yo hago a Lennon con pasión. A los sueños hay que perseguirlos.
– ¿Cómo afecta a tu trabajo la propagación del coronavirus?
– Tengo una gira que arranca en Finlandia el 8 de mayo. Según el productor que está en Londres, va todo bien, vamos día a día; también tengo el este de Europa con países como República Checa y Hungría, después Inglaterra, Irlanda y España en junio. Pero está todo agarrado con pinzas.