Después de haber sido noticia hace unos días -luego de que trascendiera que una escultura suya, la Madre Universal, desapareció de su lugar de emplazamiento (según los testimonios, fue destruida)- Mirta Romero será protagonista mañana de la reinauguración de una obra suya en el hall de la Cámara de Diputados. Es la talla en madera titulada Clamor de libertad, instalada a fines de los ’90 que estaba en un depósito y fue hallada mientras hacían un relevamiento de bienes. Al indagar, las actuales autoridades descubrieron que fue porque alguien la arruinó aplicándole barniz durante unas refacciones del edificio.
Hace dos meses, desde la Cámara contactaron a Mirta Romero para explicarle la situación y pedirle consejo sobre el modo de restauración. Después de constatar el daño de la pieza, Romero indicó exactamente cómo debía hacerse el arenado (técnica abrasiva de limpieza), que la Legislatura consiguió y luego encargó ella misma el proceso de restauración de su pieza.
"En este caso me pidieron mil disculpas, yo puedo perdonar. La obra estaba en un depósito porque un pintor la había pintado, era un desastre. Pero ya está".
"Después de las obras de consolidación que se inauguraron en 1998, se embelleció el hall y ahí se instaló la obra de Mirta Romero. Pasaron los años y en algún momento alguien decidió quitarla y guardarla porque se le había puesto una pátina de barniz, indebidamente, y cuando se dieron cuenta que la habían arruinado, simplemente decidieron guardarla en un deposito porque no sabían cómo arreglarla", aseguró Ubaldo Hidalgo, director de Relaciones Institucionales de la Cámara de Diputados, quien dijo desconocer el momento exacto de la desafortunada intervención a la pieza. El funcionario contó que en la gestión del vicegobernador Roberto Gattoni encararon "un inventario de los bienes de la Legislatura, patrimoniales, históricos y artísticos en vísperas del bicentenario que comienza en poco tiempo" y así fue como descubrieron la pieza en el sótano del edificio.
"Acudimos directamente a la autora, le planteamos la situación, la vio, accedió a hacerse cargo de la restauración. Por eso la llevamos a arenar para quitarle ese barniz que le habían puesto de manera subrepticia y absolutamente inconscientes de que una obra de arte no se toca. Es como el artista la hizo y el único que la puede tocar es el artista", dijo Hidalgo y agregó que la escultora "ha trabajado de manera voluntaria y gratuita. Tanto ella como la empresa que hizo el arenado, aceptaron ningún tipo de pago para restaurar la obra, por lo que representa esa obra, que a juicio de la autora es el testimonio que sustenta el sistema representativo, y grafica la voluntad del pueblo. Mirta Romero trabajó arduamente para restaurarla y la Cámara con mucho orgullo le volverá a dar a esa obra el lugar que se merece".
La escultora venía trabajando en la pieza que según le había dicho desde la Cámara emplazarían el año que viene, en marzo; pero se adelantó la fecha y por eso tuvo que dedicarle más horas al proyecto para que estuviera listo para su emplazamiento ayer del que siguió cada paso. Los últimos días trabajó a destajo para terminar la restauración que incluyó cerrar las grietas que produjo el arenado en la pieza, realizada en madera de pino canadiense que formaba parte de las estructuras de la bodega de sus abuelos. "Volvió a ser lo que era antes, me costó bastante que aparezca" aseguró.
"He recibido las disculpas de lo que hizo gente ignorante, por eso estoy conforme. No quiero averiguar quién fue, la restauré yo y ha sido totalmente ad honorem y es lo que haría si emplazan el monumento a la Madre Universal, sin importar el tiempo o el esfuerzo; por eso les dejé mi teléfono en Rivadavia también, para ver si alguno se comunicaba, pero nadie hasta ahora movió un dedo desde la municipalidad. En este caso me pidieron mil disculpas, yo puedo perdonar. La obra estaba en un depósito porque un pintor la había pintado, era un desastre. Pero ya está", contó la artista, sin poder evitar el paralelismo con lo ocurrido en Rivadavia, y que fue invitada al acto que se realizará hoy, con una cantidad reducida de invitados para cumplir protocolos.
"Era un desastre, por suerte ahora vuelve a su lugar, gracias a Dios", comentó la artista sobre "Clamor de libertad", con notable alivio en su voz, como si fuera un bálsamo después del mal trago de la semana pasada cuando descubrió que su otra escultura no está en la plaza de Rivadavia, que aún sigue sin respuestas. Y volvió a reiterar que le dio al intendente Fabian Martín "hasta fin de año para volver a emplazar la Madre Universal" antes de iniciar acciones legales contra la municipalidad.