Ayer, poco antes del mediodía, Víctor Condat Nobre ingresó al quirófano de la clínica El Castaño, donde finalmente fue operado de la cadera y el fémur por un equipo médico encabezado por el oncotraumatólogo Sebastián Bettera. Hasta pasadas las 17 duró la compleja y fundamental intervención, de la que el poeta y orfebre salió bien.
"Todo bien, gracias a Dios y al Universo. Cuando el cirujano salió con esa sonrisa en los ojos… bueno… felicidad absoluta y agradecimiento desde el alma para todos los que estuvieron y están’, comentó a DIARIO DE CUYO Sara Berenstein, compañera de Víctor. "Ahora estará unos tres días en terapia intensiva. Hay que cuidarlo mucho, protegerlo y mimarlo. Si todo sigue bien, después pasará al piso y comenzará en la clínica con la rehabilitación. Luego irá a casa, con muletas, claro’, se explayó la también orfebre, quien explicó que recién cuando este cuadro esté superado, podrá retomar las sesiones de quimioterapia. "Estamos muy felices, porque era un paso fundamental’, enfatizó Sara, quien contó que Víctor "esperaba ansioso esta operación, porque sabía que es la posibilidad de sobrevivir. Estaba convencido y feliz’.
Con una mezcla de ansiedad, nervios y esperanzas, familiares y amigos hicieron el aguante durante la larga cirugía donde se reemplazó cadera y fémur, a sabiendas de que sería todo un desafío. "Era una operación extensa y compleja, nos lo habían avisado, porque además Víctor es un paciente delicado’, señaló su pareja.
El estado de salud de Nobre tomó estado público a raíz de un inconveniente con la obra social a la que pertenece y que fue superado la semana pasada, luego que DAMSU aprobara el presupuesto total solicitado para la cirugía. Los huesos del artista y artesano estaban seriamente lesionados (tuvo quebradura de fémur estando en cama) a causa de una metástasis originada por un tumor en el pulmón, enfermedad de la que se enteró luego de una consulta por fuerte dolores en la pierna.
