"Vine para que los médicos me curen todo lo que me tienen que curar para salir cien puntos y después poder disfrutar de la vida". Esas fueron las últimas palabras públicas de Ricardo Fort, en un video que grabó desde la cama del Sanatorio La Trinidad el viernes. Ese era su deseo, pero su cuerpo, víctima de una vida de excesos y excentricidades, no lo acompañaría. Fort murió ayer, a los 45 años, producto de una hemorragia digestiva que le provocó un paro cardíaco.
Así fue el final del heredero del imperio Felfort, que apenas hace 5 años desembarcó en el mundo de la farándula ostentando sus millones, prácticamente comprando su fama.
En 2009 pagó un espacio en Canal 13 para emitir un reality sobre su vida, sus amigos y sus viajes por Europa y Estados Unidos, llamando la atención de Alejandro Fantino y Santiago del Moro que en Animales Sueltos e Infama comenzaron a mostrar al Fort excéntrico, que gastaba miles de dólares en botas y relojes Rolex, que era dueño de varios Rolls Royce y se movía rodeado de guardespaldas. Eso atrajo a Marcelo Tinelli, que lo convocó para ser parte de El Musical de tus sueños, donde resultó subcampeón después de enfrentarse a Silvina Escudero; luego, con su fama en aumento, fue jurado de Bailando por un sueño (2010), protagonizando polémicos cruces con sus compañeros de estrado y los participantes. En 2012, tras una breve participación en el programa, se fue peleado con Tinelli. Ese mismo año, produjo el Fort Night Show en América, que no tuvo la respuesta que él esperaba en la audiencia.
La TV no sería la misma después del ingreso de este hombre musculoso, tatuado y con gesto de chico malo que se rodeaba de hermosas chicas, a quienes regalaba autos y cirugías estéticas (lolas y cola), como a la pulposa Violeta Lo Re, Virginia Gallardo, una de sus parejas más estables, Erica Mitdank y Claudia Ciardone. Hace 2 años, él admitió su homosexualidad y el joven modelo Rodrigo Díaz fue su pareja en el último tiempo, compartiendo sus días también junto a los hijos que Fort tuvo por alquiler de vientre en Estados Unidos, los mellizos Marta y Felipe, de 9 años.
Pero el chocolatero también estaba obsesionado por su cuerpo y se sometió a más de 27 cirugías para mejorar su apariencia. Se operó la cara (pera y pómulos), el torso y hasta se implantó 3 centímetros en los talones para ser más alto. Esas modificaciones afectaron su columna y sus rodillas; los fuertes dolores hicieron que se volviera adicto a los calmantes, como él mismo admitió.
Trasnoches alocadas y lujos, caracterizaron el personaje que Ricardo Fort forjó, cosechando amores y odios; mientras que en el fondo, quizás, ocultaba a un hombre frágil, que aunque tuvo todo lo que quiso, sólo buscaba atención.

