Julieta Barceló (27) está orgullosa de haber sido elegida para interpretar a una monja junto al personaje de Violeta Urtizberea y de Julieta Nair Calvo en Las Estrellas, el tanque nocturno de El Trece. Con apenas 17 años dejó su San Juan natal para convertirse en actriz y, hace dos semanas atrás, la joven tuvo el lujo de participar en la exitosa serie producida por Pol-ka en un capítulo que se vio recientemente.
“Tuve la suerte de audicionar y que me dieran la oportunidad. En realidad, hice un seminario con la directora de casting de Pol-ka, Ileana Rippel; ella nos tomó un par de escenas, tuve una buena devolución y me llamó para Las Estrellas, tenía bastante texto por eso me puse contenta, no fue decir: “Hola ¡que tal!”. ¡Y hubo buena onda de entrada con ellas dos! A las otras chicas no pude verlas”, explicó, todavía sin creerlo, la artista que está de novia hace más de un año con un actor.
¿Qué sintió luego de la convocatoria para ser parte de Las Estrellas? “Aunque fue algo chiquito, para mí fue un montón. Lo bueno es que me conocieron. Siempre está la chance de que te llamen otra vez o que vean tu perfil y les gustés, pero tenés que dar con lo que los productores buscan”, dijo feliz por la experiencia.
En diálogo con DIARIO DE CUYO desde la capital del país, Julieta expresó que siempre sintió “inquietud” por el arte y a los 12 años ingresó al Instituto Jelú. Pasó por el canto, la danza y la comedia musical, hasta que incursionó en la actuación con profesores como Andrea Huertas y Marcelo Villanueva Meyer, y descubrió su lugar en el mundo.
“Así entré a este universo, leyendo y conociendo textos de grandes autores. Pero no sé en qué momento me atrapó”, recordó la chica que cursó la primaria en el Colegio Saint Paul y tras culminar el secundario en San Francisco, partió rumbo a Buenos Aires con el apoyo de sus padres.
“¡Ellos son lo más! Son de la idea de que hay que estudiar, lo que te guste, pero estudiar. Y así fue que me inscribí en lo que era el IUNA”, expresó sobre la decisión de seguir la licenciatura en actuación en la hoy Universidad de Arte Dramático (UNA) donde sólo le queda pendiente la tesis.
“Yo soy como la oveja negra de la familia. Mi papá es médico, mamá es abogada, mi hermano Pablo (37) es médico y mi hermana Josefina (32) es abogada, el más chico es Manu (20) que estudia periodismo deportivo aquí en Buenos Aires. Y como mis padres son separados, tengo tres hermanos más por el lado paterno: Augusto (12), Paulina (10) y Francisco (7)”, señaló “Juli” sobre su “numerosa” parentela.
Y, este año, vendrá a la provincia a recibir el 2018 con los suyos. Sin embargo, ya no viaja a la provincia tan frecuentemente como en otras épocas, debido a su trabajo en una empresa de recursos humanos por las mañanas y los cursos y audiciones que tiene que enfrentar en las tardes para alcanzar su anhelo.
Así fue también que, por su perseverancia, la tomaron para intervenir en un episodio de una producción del canal History Channel. Además, se dedica a hacer publicidades, obras de teatro dentro del circuito under y ya rodó un film independiente.
Pese a esto, ella es consciente que no es fácil el camino que escogió. “El tema es que es muy inestable esta carrera. Si sale algo está buenísimo, pero tenés que tener paciencia”, aclaró.
¿Expectativas? Todas relacionadas con la disciplina a la que le pone el cuerpo y el alma: “Trabajar de lo que me gusta. Me encantaría ser actriz de cine, hacer teatro que es un gozo y ser parte de la tele que te hace conocida, claro que quisiera que me reconocieran por mi trabajo. ¿Famosa y perseguida por los medios? ¡No!”, reflexionó mirando al futuro, con su perfil bajo y entre risas.