Manuel y Pelufo fueron ovacionados. Antes posaron en el bar que lleva su nombre.

De antemano se sabía que había que ir con pañuelo, pero no para bailar zamba precisamente, o al menos no sólo para eso. Y como era de esperar, la vuelta de la emblemática dupla Minguez-Barboza provocó más de un lagrimón entre quienes, decididos a no perderse este histórico regreso, colmaron las instalaciones del Rancho de Pelufo. Había pasado ya, en la tarde, la prueba de sonido y una sesión de fotos en el bar del Rancho, que ahora se llama "El bar de Minguez-Barboza", y era hora de volver a pararse frente a su público para hacer eso que aman, que llevan en la sangre, que marcó sus vidas. Riquezas mías, zamba de Saúl Quiroga, fue el tema que eligieron para abrir una noche que fue cómplice de la vuelta, plena de abrazos, besos y fotos. Es que apenas entraron fueron recibidos con una ovación, de pie. Y cerca de dos horas después, más o menos, cuando ya ponían punto final a la esperada rentré, todos querían saludarlos y hacerse fotos con ellos… Así, como en los viejos tiempos.

Acompañados por Jonatan Vera y por el coro de la gente que se prendía en cada tema -incluidas visitas de Mendoza, Córdoba y Buenos Aires, que llegaron para ser parte de esta fiesta- fueron desgranando un puñado de joyitas del folclore. Y así volaron las cuecas Me hiciste mal y Si sabís templar las cuerdas, los valses Nochecitas de San Juan y El espejo de mi vida, la canción Vallecito y las tonadas La del quinto cuartel y Se fueron los sueños míos, entre otras que el público pedía y ellos complacían, felices.

 

En primera fila, encantados escuchando y viéndolos cantar, estaban los nietos de Manuel Minguez y de Pelufo Barboza, junto a sus familias. Aunque sabían de ellos, como el dúo se separó hace más de dos décadas, nunca los habían tenido adelante, juntos… hasta esa noche. Y fue otra de las perlitas que le dio un brillo especial a ese sábado 17 de noviembre de 2018, que quedará registrado en la historia del folclore de San Juan, y cobijado en el corazón de muchos.